En la segunda jornada del debate oral y público, contra los tres narcocamioneros, se ventilaron detalles sobre los allanamientos realizados por los efectivos de la Gendarmería Nacional.En total fueron cinco inspecciones en distintas propiedades de la capital provincial. Entre ellas, la vivienda de uno de los acusados: Lucas Horacio Montero, de donde se incautaron una serie de objetos que habrían sido utilizados para el armado y desarmado de los neumáticos. “En la casa (ubicada en el municipio de Garupá) hallamos una Ford Ranger con cuatro bolsas de marihuana. De allí se incautó: un compresor, una maza, barretas de hierro y documentos. Son objetos necesarios para el armado y el desarmado de las cubiertas”, precisó Cleomar Kohlts (30), oficial de Gendarmería Nacional quien realizó, en agosto del 2014, el operativo que concluyó con la detención de los tres camioneros. Además, durante la requisa en la vivienda se secuestró la Ford Ranger, donde se contabilizaron cerca de 230 kilos de Cannabis Sativa.El oficial Kohlts manifestó que al momento del allanamiento “la madre de Montero dijo en forma espontánea que la camioneta era manejada por Arnaldo Arnaldo Koch y a veces por su hijo”. De éste modo, se complicó aún más la situación judicial de Montero y Arnaldo Koch. El juicio, que se realiza en el Tribunal Federal de Posadas, pasó a cuarto intermedio hasta el miércoles 22 a las 8. En la tercera jornada, se esperan conocer los alegatos y posible sentencia.“Si no se caía, no lo agarraba”Pasadas las 8.30 de ayer, se dio inició a la rueda de testimonios. El primero en ingresar a la sala de debates fue el gendarme, Walter Javier Fernández, de 25 años. El efectivo contó que ese domingo 17 de agosto de 2014 a las 6.30, realizaban operativos sobre la ruta 105, a la altura del kilómetro 22, cuando arribó un camión Scania conducido por Arnaldo Koch, con semirremolque.“Controlé el primer camión, conducido por Koch”, precisó. En un determinado momento “Koch se dio a la fuga, fue hacia el monte. Hicimos la persecución pasó el alambrado, cayó y lo detuve”, recordó. Y siguió “escuchamos tiros pero nosotros no disparamos”.Según Fernández, tuvo que correr tras Koch al menos unos 100 metros “pero lo agarré porque se cayó, sino no lo alcanzaba”.Sin embargo, el uniformado manifestó que no notó nada extraño en los camioneros, hasta que huyeron sin un motivo claro, “no detecté nada raro, ni en la documentación, ni en las actitudes. Pero vi que cuando llegaron al control Koch le hizo una señal a Giménez”. El segundo testigo, Cleomar Kohlts (30), oficial de Gendarmería Nacional fue quien inspeccionó el camión en el que viajaba Leonardo Fabio Giménez y un acompañante, quien permanece prófugo. “Al detenerlo, Giménez me preguntó ¿porqué tardábamos tanto? Le dije que se tranquilice, que era un control de rutina”.Cuando controlaba el camión Kohlts escuchó un grito: “se fugan”. “Nosotros seguimos a los camioneros sin entender nada. Saltamos un alambrado de púas y mi compañero reduce a uno de los ciudadanos. Se escuchan las detonaciones y le dije al gendarme ‘vamos a sacar al señor de las malezas para preservar su vida y la nuestra’”.El oficial fue quien además realizó la requisa al tercer camión, conducido por Lucas Horacio Montero “se incauta el arma que estaba en la guantera. Un lugar alto, no tenía acceso el chofer. Para alcanzar el arma, tenía que levantarse del asiento”.Otro de los testigos, Aníbal Harry Daerk (45), cabo primero de Gendarmería Nacional y guía del can antinarcóticos “Lucas”, precisó con exactitud el lugar de la casa donde se secuestraron los ladrillos de marihuana. “Lucas encontró el pan (de droga) a un metro de la casa, en el patio de la vivienda de Montero”. Los tres acusados afrontan el juicio por el delito de transporte de estupefacientes ante los magistrados Manuel Jesús Moreira, Norma Lampugnani y Mario Hachiro Doi.
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