Allí se celebra la única fiesta de Argentina en honor a San Fermín de Amiens, el obispo católico asociado a las festividades populares a las cuales concurría para pregonar el evangelio de Jesús. La festividad no se suspende por lluvia y además se vuelve a unir con el Festival Nacional e Internacional del Guiso de Campo, cuya sede central está en la ciudad correntina de Paso de los Libres. Las actividades comienzan a la madrugada con la “yerra”, tradicional marca al ganado del campo, que sigue con el concurso de guiso y de paso se prepara el almuerzo (locro y asado con cuero) para compartir con la gente. En párrafo aparte vale la pena mencionar que en el certamen se preparan los guisos más insólitos y deliciosos del mundo, desde el guisado de pecho y chancho frito hasta de pescado con chocolate amargo. No se paga entrada ni estacionamiento, sólo se pide llevar lo que la familia va a usar para comer y estar cómodos.“Cuando nació esta celebración juntamos tres eventos de importancia: el cumpleaños de mi padre, el nombre que le puse al campo sin tener idea todavía y mi nombre que también es Fermín. Nunca imaginamos que la celebración iba a tomar las proporciones que tiene actualmente”, explicó Fermín Pérez, propietario de la estancia. “La fiesta nació como una yerra, que no son otra cosa que las marcas a los animales que designan la estancia a la cual pertenecen. Decidí denominar un día determinado en el año para hacerlo, justamente en día de San Fermín. La primera fiesta no fuimos más de 20 personas, un día de diversión con los peones. Con los años me di cuenta que era un día especial, bendecido por Dios y que tenía que seguir en ese camino. Fue entonces que cada 7 de julio comparto con la gente lo que Dios me da en el año en salud, trabajo y buena suerte”, evocó el hombre. En la actualidad asisten entre 800 y 1.000 personas. Don Pérez agradeció asimismo a los equipos que preparan el locro, asado y las tortas fritas más famosas del Mercosur: “Sin los trabajadores que me acompañan, la fiesta no tendría el éxito que tiene”.Las ganancias que se obtienen en la cantina se destinan a total beneficio de la Escuela 10 de Tacuaruzú, una de las instituciones educativas más antiguas de la provincia.Fotos: Gentileza A. Von Specht
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