A medio camino entre el mundo real y el mundo onírico, Praga, capital de la República Checa, es mucho más que eso. Como bien lo dijo un viajero “poco importa si la llaman la Ciudad Dorada, la Ciudad de las 100 Torres o la Ciudad de Kafka, lo que más golpea al llegar es su áurea”, y cuánta razón tiene.Praga es una ciudad variable a la que le gusta cambiar de estilos: es romántica y apresurada, antigua y moderna, pero, sobre todo, es una ciudad totalmente cosmopolita, acostumbrada a recibir extranjeros. Su atractivo bohemio y los detalles de cuentos de hada la convierten en un destino perfecto para quienes quieren sumergirse en la cultura. Y quienes quieran disfrutar de sus noches los mejores bares se encuentran en los sótanos, donde los históricos pubs ofrecen el escenario para una ronda tradicional de copas.La historia de Praga se inicia con los Boios, un pueblo celta de cuyo nombre deriva Bohemia. Estos habitantes fueron los primeros pobladores de la zona.Con el paso del tiempo llegarían los germánicos, los eslavos y los avaros, pero no fue hasta el asentamiento de mercaderes y artesanos alrededor del castillo de los Premyslidas (dinastía que unificó las tribus checas del territorio de Bohemia en el siglo X) cuando se puede hablar de la ciudad de Praga.Actualmente, está dividida en 22 distritos administrativos. En el primero se localizan los principales puntos de interés, mientras que aumentando el número se va incrementando la distancia al centro. Saber de ellos no tiene mucho interés desde el punto de vista turístico, pero será útil a la hora de elegir dónde dormir. Las zonas más céntricas y recomendables para alojarse serían los distritos 1 y 2 aunque, dependiendo de la localización dentro de estos, también podría ser interesante buscar un hotel en los distritos 3, 4, 5, 7 y 8.Desde el punto de vista turístico, más importantes que los distritos son las zonas de Praga. El núcleo histórico de la ciudad consta de seis partes que hace tiempo fueron ciudades independientes: Staré Mesto (La Ciudad Vieja), Malá Strana (La Ciudad Pequeña), Hradcany, Josefov (El Barrio Judío) y Nové Mesto (La Ciudad Nueva).Su céntrica situación en Europa hace que llegar a Praga sea posible de múltiples formas, siendo las más comunes el avión y el tren.?El principal punto de entrada es el Aeropuerto Internacional de Praga (Aeropuerto de Ruzyne, PRG), situado unos quince kilómetros al oeste de la ciudad y cuenta con tres terminales. Sin embargo, si usted está haciendo un viaje combinado por Europa Central lo más lógico es llegar llegar en tren desde Viena, Budapest o Bratislava.
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