Se cumplieron dos años que en la vecina orilla, se construyeron cuatro casillas más para intentar achicar las horas de espera para ingresar a uno y otro lado de la frontera.Sin embargo, dos años después, no se pudieron equipar para habilitar la fibra óptica y los sistemas de Migraciones, tan necesarios para la función por la que fueron levantadas estas piezas prefabricadas. También el personal de seguridad para acompañar a los que trabajen allí.Parece increíble tener cuatro espacios de trabajo construidos y que por “cuestiones de cables”, las autoridades de Argentina y Paraguay no se hayan puesto de acuerdo para que presten un demandado servicio en el punto de frontera.El delegado de Migraciones argentino en Posadas, Juan Manuel Holz admitió algo que ahora se torna muy visible: “falta decisión política”.Por destacar un número: en el primer martes de vacaciones de invierno, se registraron 40 mil pasos, convirtiéndose esta cifra en el promedio diario más alto del que se tengan noticias. ¿Esto no amerita que un par de burócratas se sienten en una mesa, incluso mientras observan el malestar y la bronca en las largas colas de autos y otros vehículos que cada mañana hacen horas de espera; para ponerse de acuerdo en quién coloca el cable, quién pone las PC y el sistema y quién el personal de seguridad para empezar a mejorar la atención en la frontera?Si el puente internacional San Roque González de Santa Cruz se convirtió en uno de los pasos más importantes del país por el flujo de transeúntes, no se explica ¿cómo la vista no esta puesta en hacer que se efectivice una mejora en el cruce vecinal fronterizo?
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