El “muro de la vergüenza” que separa a esta ciudad del centro de Frontera y que tanta polémica generó tras su construcción el año pasado, costó 54 millones de pesos a valores actuales, según pudo establecer la nueva gestión al frente de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). Hasta ahora había sido un misterio el monto de dinero público invertido por la binacional en la mole de cemento tan fuertemente rechazada por los vecinos de Posadas y Encarnación, y que literalmente frenó el histórico vínculo directo de la capital misionera con el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz. La EBY ahora pretende amortiguar los efectos del muro (una literal barrera física y visual calificada de retrógrada y discriminatoria) y volver a conectar a la avenida Mitre con el área fronteriza. Para eso, deberán abrir la estructura de hormigón en dos puntos distintos del muro (a la altura de la avenida Trincheras de San José) para permitir el ingreso y egreso de un nuevo tramo asfaltado de casi mil metros que irá desde la rotonda de Mitre y Costanera hasta la rotonda de la Estación del Tren Internacional. Este nuevo tramo de avenida de cuatro manos bordeará el muro del lado del centro de la ciudad y permitirá acortar las distancias. Paralelamente, construirán un puente peatonal que irá desde la rotonda del Acceso Sur y Trincheras hasta el otro lado de la mole. Todo el proyecto -que comenzará a ser ejecutado antes de fin de año- costará 29.800.876 pesos, unos 112 millones menos que el túnel y paso a bajo nivel programado por la anterior gestión para amortiguar la compleja situación generada por el muro. “El túnel iba a costar 142 millones de pesos, y nosotros optamos por una alternativa de conexión a nivel que costará 29 millones. La diferencia presupuestaria es enorme e igualmente se logra el cometido de solucionar el aislamiento provocado por la estructura de hormigón”, explicó el consejero de la Entidad, Martín Goerling. El túnel al que se refirió el funcionario y que iba a costar semejante monto millonario, también preveía conectar el Acceso Sur con el centro sin necesidad de hacer el largo tramo que se debe realizar en la actualidad y que congestiona el tránsito. La construcción subterránea de 50 mil metros cuadrados iba a arrancar a la altura del acceso a la Rotonda frente a la Estación de Trenes, para pasar por debajo del muro y asomar por detrás de la rotonda de la avenida Trincheras de San José.Tirar sale más caroEl funcionario de la Eby refirió los esfuerzos realizados hasta el momento por la binacional para determinar qué hacer con la estructura tan fuertemente rechazada por la población. “Analizamos varias alternativas, sus costos económicos y sus consecuencias. Tirar el muro nos iba a costar prácticamente lo mismo que se gastó en construirlo. Estudiamos la posibilidad de bajarle la altura, pero hacerlo iba a costar 17 millones de pesos. Después de evaluar todas las posibilidades y dada la necesidad de volver a vincular a la ciudad, decidimos optar por abrir el muro en dos puntos para realizar la conexión a nivel”, explicó. Si bien la obra se iniciará este año, se utilizará el presupuesto previsto para el año entrante, “de manera de no afectar las obras en marcha y en etapa de culminación”.En lo que respeta al resto de la estructura que no sufrirá modificaciones, la EBY mantendrá la idea de disimular el muro con árboles y parquizado sobre los taludes del lado de la ciudad. Tampoco quedó descartada la idea de los intendentes de Posadas, Joaquín Losada, y de Encarnación, Alfredo Luis Yd, que plantearon hacer un gran mural en el centro de frontera, fomentando la unión entre las localidades vecinas y convocando para ello a artistas plásticos, sectores educativos y sociales.“Queremos trabajar articuladamente en una agenda bilateral que permita resolver y mejorar nuestros vínculos históricos. Pintar el centro de fronteras, potenciando la visión urbanística de ambas ciudades, es una posibilidad", explicó en su momento Yd.Lo que quedaDentro del presupuesto de la entidad para el año 2017, además de la reconexión de la trama urbana con el centro de Frontera, se contemplan la ampliación del predio conocido como La Tablada para la reposición funcional por la afectación de la usina Sulzer en la zona del Balneario el Brete; lo que falta terminar del Jardín Botánico, la ampliación de la red de agua potable en Ituzaingó, el equipamiento y la terminación de los espacios públicos ubicados en las márgenes de los arroyos Mártires y Zaimán, además de la terminación de la infraestructura en el Acceso Sur. Obra inconsulta y fuerte repudioEl muro de Yacyretá fue repudiado por miles de ciudadanos de Posadas y Encarnación que se expresaron en las redes sociales y hasta llevaron el reclamo de un freno a su construcción a la plataforma Change.org. “Es horrible para la vista de una Costanera que es un ejemplo de belleza natural. Amurallan el sector de ingreso más importante de la provincia de Misiones, mientras que descuidan cientos de puntos fronterizos por donde se cruza droga”, aseguraba la petición que mediante la recolección de firmas buscó, en vano, la reacción de los funcionarios provinciales. El titular del Colegio de Arquitectos, Javier Belloccio, dijo que la muralla es una “mala infraestructura urbana no consensuada, que disminuye el valor inmobiliario de las propiedades y afecta la calidad de vida de la gente que ha perdido la vista al río”. Paralelamente las autoridades del departamento de Itapúa y de la ciudad de Encarnación lamentaron el odioso giro discriminatorio que envolvió a la obra. La Coordinadora de Centrales Sindicales de Paraguay, Brasil, Chile , Uruguay, Bolivia, Argentina y Venezuela emitió un fuerte pronunciamiento exigiendo a los Estados Partes del Mercosur que “se arbitren las medidas necesarias para el desmantelamiento del Muro de la Vergüenza”, calificado como un “rotundo gesto anti-integración que atenta contra la libre circulación de las personas entre países hermanos”.La mole de concreto que la entidad decidió construir para separar al área de control integrado (ACI) del resto de la ciudad afectó el forma directa al comercio de la Avenida Mitre, hoy literalmente desaparecido. También fue calificado de inconstitucional. Es que el agresivo “muro de la vergüenza”, como le apodaron los vecinos, estaría contrariando expresas directivas del Tratado del Mercosur, además de ser contrario a pactos internacionales que garantizan la libertad ambulatoria.
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