Concretamente, se planteó una suba de precios que dejaba a varios productos más caros que en los supermercados tradicionales. Y, por mencionar un ejemplo, las verduras que se venden en mazos ofrecen menos cantidad en las ferias en relación con los precios de los súper.Las ferias francas fueron concebidas como una herramienta para la comercialización de la agricultura familiar, con el objetivo de que los misioneros que producen en pequeña escala -no sólo para autoconsumo sino para la venta con el fin de su subsistencia- no deban abandonar la chacra.Con el tiempo, las ferias francas se han convertido en el refugio de miles de consumidores en toda la provincia, que buscaban no sólo precio sino la frescura de productos salidos directamente de las chacras a las mesas de los misioneros sin intermediarios.Los feriantes deben mantener la responsabilidad de seguir haciendo la diferencia si la pretensión es que crezcan las ferias no sólo en ventas sino en cantidad de unidades dispersas en los municipios para sumar a más productores con sus ofertas.En un momento difícil de la economía, donde los misioneros buscan hacer rendir lo más posible los sueldos achicados por la inflación y escaparle a algunos comerciantes que especulan alejados del bien común; se hace necesario que las ferias francas mantengan la política de precios y ofertas con la que lograron llegar a conquistar a los asiduos clientes de cada fin de semana, teniendo en cuenta el trato preferencial que el Estado tiene para con los feriantes.Así, las chacras podrán pelearle a la crisis y los clientes al mal momento económico que los afecta y mucho.
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