Es que se entiende que ahora, con más millones en su haber, la Nación podrá destinar más fondos para salud, educación, atención a desamparados y a personas en situación de calle, entre otras grandes necesidades sociales que tiene el país.En Misiones, todavía duele el triste final de la joven Ana María Sertzuk y su niño por nacer que llegaron al hospital Samic de Iguazú donde esperaron cinco horas ser atendida para parir sin que allí tengan terapia de neonatología por lo que luego la tuvieron que derivar al nosocomio público de Eldorado.Estamos mencionando a Puerto Iguazú, el punto más importante de recepción de turismo no sólo nacional sino internacional que tiene Misiones, donde hasta hace poco se planeó un faro millonario sin mar.Ambos decesos deben llamar a la reflexión no solo a las autoridades del Ministerio de Salud Pública sino a los profesionales, enfermeros y demás trabajadores de los hospitales públicos de gestión estatal que prestan servicios en la tierra colorada.Volviendo a la cuestión de los fondos para financiar el fútbol, desde el Gobierno aseguraron la gratuidad de los espectáculos deportivos nacionales. Pero cabe preguntarse: ¿estamos frente a una primera necesidad por la que el Estado debe financiar al fútbol con tanto dinero? La respuesta, frente a las necesidades como la expuesta en nuestra provincia, salta de madura.Está en manos de los gobernadores, de sus ministros, lograr que esos cientos de millones de pesos que ya no irán al negocio con la AFA terminen en más salud, más educación, más obras indispensables en cada rincón del país. Incluso, en el sostén de tantos deportistas que muchas veces en soledad esperan ayuda para crecer.
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