Luego de que el pasado viernes este diario informara sobre un relevamiento del Sindicato de la Madera de Eldorado que advirtió sobre la reducción de la carga horaria a unos 1.200 trabajadores en aserraderos y fábricas de terciado del Alto Paraná misionero, la Asociación Maderera y Afines de Corrientes (Amac), alertó sobre la situación de la industria maderera en Virasoro. La titular de la Amac, Mercedes Omeñuka, advirtió, en declaraciones a un medio radial correntino, que los aserraderos de la zona no cerraron ni despidieron personal, pero trabajan al límite por una considerable baja en la demanda, y sostuvo que “la caída de las ventas ha sido de entre 40 y 50%”. Tras señalar que la disminución de las ventas es “transversal a todas las industrias madereras”, Omeñuka indicó que se está haciendo un gran esfuerzo para mantener la plantilla laboral “pero necesitamos que esto se revierta”. Recordó que de ese sector, en Virasoro dependen “entre 1.200 y 1.500 familias”. La introducción de madera terciada del Brasil y la falta de competitividad para salir a los mercados externos, habida cuenta de la contracción de la demanda doméstica, son algunos de los factores que influyen en las dificultades actuales y deberían recibir una mayor atención de parte de las autoridades. En un contexto económico en el que pesa un año y medio de recesión no se deberían subestimar las señales de una crisis laboral en el sector considerado, estratégicamente y por su peso específico, el más dinámico de la región. Es obligación de los gobiernos provinciales, en estos casos, salir a prevenir mayores perjuicios con políticas activas que impidan un agravamiento de la crisis.
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