Aunque la preocupación por la situación del empleo es una constante que define la realidad actual del país, y tomando en cuenta que las estimaciones optimistas sorbe una pronta reactivación de la economía de la mano de las inversiones extranjeras no se concretó como se esperaba, hay señales incipientes de mejoras de aquí a fin de año.El subsecretario de Coordinación de la Obra Pública federal, Ricardo Delgado, economista de perfil desarrollista y que se acercó al actual Gobierno desde el massismo, abonó esta hipótesis al declarar recientemente que la intención del Gobierno es ejecutar en lo que resta del año el 60% del Presupuesto de su área. “En el primer semestre estuvimos (en cuanto a ejecución presupuestaria) en alrededor del 37%, por lo que para lo que resta del año queda más del 60% del presupuesto y esto va a impactar fuertemente. No sólo aspiramos a ejecutar el presupuesto, sino también a cambiar muchos procedimientos internos que hacen a la burocracia del Estado”, remarcó.Si se cumple el objetivo presupuestario enunciado, a fin de año se habría volcado a la obra pública en las provincias más de 220.000 millones de pesos, una cantidad que, notoriamente, serviría para paliar los efectos negativos de las políticas de contracción aplicadas en el primer semestre y dar más impulso a la actividad económica, fundamentalmente a través de la construcción. En el mismo sentido cabe anotar el anuncio del gobernador Hugo Passalacqua, de la reciente firma de un convenio con el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile , por el cual Misiones será incluida en el Programa de Desarrollo Rural Incluyente (Proderi) para generar oportunidades de desarrollo en el sector de la pequeña producción rural. En los tiempos que corren; justo es decirlo, la inversión de 33.750.000 de pesos en las chacras misioneras, que se lograría a través del Proderi; revela una acertada comprensión de las prioridades que deben guiar, hoy por hoy, la gestión gubernamental, en nuestra región.
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