Fue una jornada sabatina novedosa que permitió hacer a un lado la rutina con la intervención de payasos, títeres y chocolatada con facturas calentitas. El agasajo fue posible gracias al trabajo que desde hace un año y medio realiza el grupo “Guriguaina”, conformado por jóvenes de la zona que crearon esta agrupación motivados, justamente, por las necesidades que percibieron en la primera de las comunidades. Gustavo Portillo es profesor de lengua castellana en esa aldea guaraní y promueve este tipo de actividades solidarias junto a media docena de vecinos que son las caras visibles pero que detrás reciben el estímulo y la ayuda de más de un centenar de personas. “Fue una jornada que resultó mucho más productiva de lo que esperábamos”, aseguró Portillo a PRIMERA EDICIÓN, motivado por los resultados. Las actividades empezaron bien temprano, después que el grupo fuera recibido con el Aguyjevéte, un saludo religioso-espiritual mbya guaraní, que se define en el deseo de lograr y conjugar el bienestar físico y espiritual. Una vez concluida la ceremonia y que el coro de niños invocara a Ñamandú (Dios), saborearon la chocolatada con facturas, pudieron disfrutar del show de los payasos Chispita y Chispón y de los títeres e hicieron un recorrido por los senderos. “Fue muy satisfactorio para todos nosotros. Si bien somos unos pocos los que coordinamos, detrás hay muchos corazones solidarios, mucha gente trabajando. Recibimos muchas donaciones y hay cosas que van llegando al lugar o nosotros nos ocupamos de buscar”, acotó.Recordó que con quienes lo acercaban a la aldea a la hora de dictar clases “nos dimos cuenta que los chicos, además de una ayuda curricular, académica, necesitaban también una ayuda social y contención. Estaban carentes de recursos que son básicos para la escuela o para la vida diaria. Era crudo: nos sentábamos en el suelo porque no había sillas; los chicos querían comer y no había, o cuando hacía mucho frío algunos faltaban a la escuela por no tener abrigos. Fue a partir de esa realidad que decidimos armar un grupo de trabajo” que por cuestiones laborales de cada participante, solamente dedica su tiempo a “Guriguaina” durante los fines de semana. La inquietud ya los llevó a colaborar con la aldea Iriapú, de Puerto Iguazú y Tekoá Porá, de Jardín América.
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