El instinto maternal hizo que se decidiera a poner fin a una verdadera pesadilla y en el primer descuido de su pareja salió corriendo junto a sus dos hijos menores, al menos eso le dijo a la Policía la protagonista de esta historia. Todo comenzó a las 20.30 del pasado domingo, cuando el móvil policial del Comando San Isidro -dependiente de la Unidad Regional X-, doblaba una esquina por una de las calles de la zona Sur de esta capital. Los uniformados a bordo de la patrulla se toparon con una mujer que gritaba en pedido de ayuda, acompañada por dos menores. Y para completar el cuadro que observaron los efectivos, un hombre venía persiguiendo a la involucrada y a los niños. De acuerdo a los dichos de la denunciante a los investigadores, su concubino la sometía a torturas propias de la edad media. Desde latigazos que le eran propinados con un arriador hasta agua caliente, que también le arrojaba a los menores, precisó la atemorizada mujer. Cuando contó lo ocurrido, los policías del citado Comando no salían de su asombro. En forma inmediata procedieron a detener en averiguación del hecho al acusado, de 66 años. Inusual saña Teniendo en cuenta lo que contó la mujer a los funcionarios policiales, desde hace un tiempo era agredida por su pareja también con machetes y varios objetos de madera tallados manualmente, precisó un portavoz oficial. Todas estas agresiones se producían en un estado de terror que era generado por las amenazas de muerte que le profería el acusado, indicó la denunciante. Otro dato espeluzante que le contó la víctima a los efectivos es que tanto ella como sus hijos no podían salir de su casa. Estaban cautivos, encerrados bajo el mismo techo que el acusado. De oficio, los uniformados del Comando San Isidro secuestraron arreadores, machetes de madera tallados y elementos que, según la mujer, eran utilizados para someterla a ella y a sus hijos. Una denuncia que no formalizóLlamativamente y luego de la intervención del Comando Radioeléctrico en un caso que, a todas luces estaría calificado en violencia de género, la mujer que fue rescatada en plena vía pública hasta anoche no radicó denuncia por lo que según ella padecía a manos del acusado, indicaron las fuentes. Por estas horas la causa era instruida por la comisaría Decimoquinta, que intervino por jurisdicción, en tanto que el sumario será elevado a un Juzgado de Familia. Al acusado en tanto, se le labró una causa contravencional y recuperó la libertad. Otro caso de violencia familiarTambién en la capital provincial se registró un hecho de violencia familiar. En esta ocasión un hombre fue detenido tras ser acusado de arrojarle agua caliente en el rostro a su pareja. El caso fue denunciado en la jornada de ayer, cuando una joven de 27 años se presentó en la Comisaría de la Mujer -dependiente de la Unidad Regional X-, donde manifestó que su concubino, de la misma edad, le arrojó agua caliente que estaba en una pava en el rostro, retirándose luego de la vivienda que compartían en inmediaciones de la chacra 55 de esta ciudad.Según la denunciante, fue agredida a las 9.30. Las quemaduras se registraron en el lateral derecho del rostro, cuello y hombro. Un médico policial de turno la examinó y constató que las lesiones sufridas en el rostro le demandarían unos quince días de curación, de no mediar complicaciones.Por el hecho se iniciaron las correspondientes actuaciones dándose intervención a la Justicia.
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