Es importante utilizar sólo las semillas de tomates sanos y bien maduros, y descartar las de variedades híbridas. De lo contrario, los resultados no serán los que uno espera. Las semillas de los mejores tomates darán las mejores frutas en el futuro.ProcedimientoPaso 1: Cortar las frutas más grandes por la mitad y extraer las semillas. Usar la carne de la fruta para la salsa. Las frutas más pequeñas se pueden colocar directamente en una procesadora o picadora de carne, ya que las máquinas de cocina no dañan las semillas.Paso 2: Diluir la masa resultante con las semillas con la misma cantidad de agua y dejar reposar de tres a cuatro días en un recipiente abierto a temperatura ambiente normal. Revolver dos veces al día. Esto da inicio a un proceso de fermentación que permite apartar la capa gelatinosa alrededor de las semillas.Paso 3: Si se forma sobre la masa una delgada capa de hongos, pasar todo por un colador y enjuagar.Paso 4: Colocar las semillas en un plato o un filtro de café y dejar secar a la sombra. Dar vuelta las semillas una o dos veces.Paso 5: Colocar las semillas secas en un recipiente y estacionar en un lugar fresco y oscuro hasta la primavera, cuando llega el momento de sacarlas y sembrar.
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