“Comida por un dólar”, el revolucionario proyecto ideado por emprendedores misioneros, fue presentado el martes en Posadas donde se detallaron los beneficios del mismo con la intención de buscar apoyo para poder hacer de Misiones “un productor de alimentos para todo el mundo”. “Tiene tres objetivos, el primero es combatir el hambre en el mundo, el segundo es poder generar mano de obra y fuentes de trabajo y el tercero es darle valor agregado a la producción local”, destacó el director del proyecto, Matías Sebely. Indicó que “en la chacra muchas veces se produce y no saben dónde ubicar la producción. Nosotros a través de los productos que estamos haciendo, podemos decirles que planten, nosotros le compramos la producción y podemos darle un valor agregado a través de un producto terminado” y agregó que “siempre planteamos que Argentina debía ser el granero del mundo, nosotros decimos que Misiones puede ser un productor de alimentos terminados del mundo”.“Comida por un dólar” es un proyecto que incluye una variada cantidad de comidas regionales que se caracterizan por ser altamente nutritivas y saludables, elaboradas con productos de las chacras de Misiones, que se someten a un proceso físico químico denominado liofilización (o deshidrocongelación) por medio del cual quedan deshidratadas y livianas. Luego, son embolsadas en pequeñas porciones secas de 350 gramos con una vida útil que alcanza hasta 20 años. Para ingerirlo, se les debe agregar 280 ml de agua caliente, revolver durante un par de minutos y listo. PresentaciónDurante aproximadamente 40 minutos, los integrantes de la Fundación “Alimentos para el mundo”, presentaron en sociedad el proyecto en el que vienen trabajando desde diciembre de 2015. En la Estación Via Cultural detallaron los beneficios y las particularidades del mismo. “La idea nace cuando Víctor Scholles vino con la idea de qué hacer con la comida que se tira. Él es productor, tiene su chacra y me dijo que le parecía una picardía que los perros coman mejor que la gente. Nos pusimos a trabajar con la idea y fuimos sumando profesionales”, recordó Sebely.“Veíamos muchas necesidades por un lado y mucho derroche por otro”, aseguró Scholles e indicó que “primero pensamos en hacer una barra de locro o de poroto, empezamos a preguntar cómo se hacía, seguimos trabajando y llegamos a este resultado. Estamos muy contentos porque esta es una solución concreta”.Paula Sanzovo, ingeniera en alimentos, destacó que el proceso de liofilización “consiste en someter a los alimentos a un proceso de congelación seguido de sublimación del hielo formado para privarlo de la mayor parte del agua contenida en esos alimentos”. Indicó que “el agua es lo único que se pierde, su sabor, color y aroma se mantienen. No hay alteración en absoluto del producto. Todas las características sensoriales se mantienen y cuando se lo hidrata, se obtiene un producto en iguales condiciones que el recién sacado de la olla”.Débora Velona, nutricionista, explicó que “las comidas del proyecto son adecuadas para nuestra población porque son preparaciones típicas hechas con ingredientes de Misiones y pueden ser consumidas por grandes y chicos” a la vez que señaló que “tienen variedad de nutrientes e ingredientes” que aportan “carbohidratos, fibra soluble e insoluble, proteínas de origen animal y vegetal, micronutrientes”, además de que “contienen antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades, evitan el envejecimiento celular y están principalmente presente en vegetales y legumbres”. Aseguró que “no tienen colorantes, aromatizantes ni conservantes” y remarcó que son “muy naturales y nutritivos, diferentes a otros productos de similar preparación” que suelen contener “gelificantes, resaltadores de sabor y aromatizantes”.El doctor Carlos Sebely, también integrante del equipo, señaló que “el organismo necesita alimentos plásticos, energéticos y micronutrientes. Este producto elaborado los tiene”.
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