Este es su relato para PRIMERA EDICIÓN:"Primero estuve en el Sur de la Florida, Miami y Key West (una isla a 150 km de Cuba, que forma parte de un conjunto de islas unidas todas por una ruta desde continente). Una de las primeras impresiones que tienes al llegar son las anécdotas y vivencias de los distintos huracanes que han pasado.La temporada de huracanes en el Atlántico y el Caribe es alrededor del 1 de junio hasta el 30 de noviembre, con la temporada pico entre mediados de agosto hasta finales de octubre.Por estas fechas la población se mantiene atenta a las noticias meteorológicas y me acostumbré a hacerlo, siendo que en casi cinco anos viviendo aquí nunca me toco vivir de cerca una experiencia así. Si bien cuando uno de estos fenómenos se acerca es muy difícil saber con mucho tiempo de anticipación dónde exactamente va a golpear, lo mejor es seguir los noticieros y estar alertas.La evacuación es importante hacerla pronto, ya que si no hemos salido a tiempo nos podemos encontrar con un embotellamiento en las rutas. La Florida esta llena de canales con puentes levadizos que, ante la alerta de evacuación obligatoria, se levantan a una hora determinada para que las personas salgan a tiempo, existiendo la posibilidad de quedarse aun mas aislados.Las personas que eligen quedarse tienen la probabilidad de no tener servicio de luz en los días posteriores, así que los supermercados están repletos de gente surtiéndose de provisiones como agua y cerveza, que también es uno de los productos que puede escasear por estos días, comida en latas o no perecedera y calentadores a gas, ya que muchos barrios tienen solo cocinas eléctricas. Las ferreterías también levantan sus ventas en maderas, clavos, pilas y artículos para primeros auxilios.Siempre y cuando la población siga las recomendaciones oficiales, la vida de uno no corre riesgo.Los bienes materiales no suelen ser preocupación ya que el seguro por huracán de las viviendas es obligatorio en la zona.En este momento estoy viviendo en New Jersey y llegué aquí hace dos años escuchando las anécdotas del huracán Sandy, que golpeó fuerte, lo que nos demuestra que en el Norte no estamos exentos de estos desastres naturales. Una experiencia personalEn 2012 estaba viviendo en Key West, que es una isla. Tenía planeado un viaje a Argentina. Mi esposo salio unos días antes que yo. Tenía el vuelo el día lunes de Key West a Miami y de ahí a Rio de Janeiro. Había una tormenta tropical que aparentemente no iba a afectarnos, creo que era Isaac, su recorrido no se acercaba a nosotros, pero de repente paso a ser huracán categoría 2 y cambió su curso directo hacia la isla. El sábado por la mañana me llama mi esposo y me dice: viene como categoría 2 directo a Key West, tomate un colectivo y quedate hasta el día del vuelo en Miami. Bajé a ver y la verdad, el viento que no era mucho a comparación de lo que venía, me hizo asustar un poco. El problema era si cerraban la isla y levantaban los puentes. Siempre otro lugar es mas seguro que la isla, así que por decisión propia me fui a Miami, que no estaba afectada por el fenómeno, y me quedé en un hotel tres días hasta la fecha del vuelo. No paso a mayores y pude hacerlo tranquila. Ya para el lunes había pasado todo, pero fue un susto".
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