Para fines de este mes, en coincidencia con la celebración de Halloween, en Facebook se anuncian al menos tres fiestas clandestinas en la capital provincial. En el logueo, comparten invitaciones a menores, según detectaron algunos padres que hicieron pública la situación al advertir que Posadas no escapa al imparable fenómeno nacional.“Es un gran problema que estamos teniendo y hasta tanto no se aprueben en el Concejo Deliberante las modificaciones al nuevo código de Nocturnidad lamentablemente vamos a seguir sin herramientas para desactivarlas”, dijo el director General de Control Comunal, Gastón Sanabria, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.“Estas fiestas nacen a raíz de la concurrencia de menores. Ese es el punto de partida. Al no tener ningún tipo de control por ser clandestinas, la Municipalidad carece del poder de policía para poder ingresar a una quinta privada y nos vemos imposibilitados de impedir la realización de la fiesta, salvo que la denuncia venga por Ruidos Molestos, que nos ha pasado y de esa forma hemos clausurado algunas” -enfatizó – “pero esos son casos aislados entre tantas que hay”. Sanabria fue muy severo al cuestionar el empecinamiento del Concejo para no tratar el proyecto: “estas modificaciones al Código que no fueron aprobadas habilitaba a la Municipalidad a permitir a los dueños de los boliches que organicen fiestas dirigidas exclusivamente a este público, sin alcohol y sin mezclarlos con adultos, desde la medianoche hasta las 6 de la mañana”.“Esa sería una herramienta para tratar de evitar estas fiestas clandestinas”, analizó el funcionario. De su parte, el encargado de las inspecciones de eventos, Javier Suárez, brindó su visión acerca de este fenómeno de fiestas particulares, donde -en coincidencia con Sanabria- explicó que “las fiestas privadas no están prohibidas, sin embargo pasan a ser un problema cuando se juntan el alcohol y los menores y los organizadores no comprenden las dimensiones del peligro al que se exponen y que son responsables penales de las consecuencias que puedan acarrear, ni hablar de las multas económicas que les espera”, analizó. Redes socialesLas redes sociales (en especial Facebook y Whatsapp) son las principales formas de convocatoria. Por la manera en que contactan al público hacen pensar que se trata de un grupo especializado en la organización de fiestas clandestinas las cuales suelen tener lugar en quintas a las afueras de la ciudad y o bien lo suficientemente lejos del control Estatal. Sobre las denunciasDe acuerdo a las palabras de Sanabria, suelen llegar acusaciones sobre este tipo de actividades y “concurrimos a esas fiestas, pero, básicamente lo único que podemos verificar es que no haya ruidos molestos, no tenemos autoridad para entrar a los domicilios para ver si hay menores y si hay venta de alcohol. Al no tener una orden de allanamiento, expedida por un juez de instrucción, dependemos de la buena voluntad de que alguno dentro de la casa nos atienda para pedirle que bajen la música y respeten el derecho a descansar de los vecinos”.“¿Cuál es el problema que se presenta?: el descontrol que se puede llegar a provocar a partir de estas fiestas donde hay alcohol. Es un trabajo frustrante porque no podemos hacer nada más que pedir que bajen la música”.Por otra parte, el titular de Control Comunal relató que dentro del cuerpo de inspectores hay personal especializado que constantemente chequea las redes sociales para identificar estas fiestas, pero “como todo se maneja dentro de un ámbito muy cerrado, las entradas se entregan cara a cara y cuando desconfían de quienes quieren entrar a ese íntimo círculo, directamente se cierran”. “Por ese motivo ni siquiera hemos podido tratar de probar que están vendiendo entradas. Con esas pruebas, por ejemplo, hasta podríamos ir hasta el domicilio y notificar que está prohibida la venta de entradas en lugares no habilitados. Ahí correspondería un acta de infracción al propietario de la casa; el problema es que no sólo es difícil sino imposible, porque estos organizadores saben que estamos detrás de eso, con lo cual se manejan en un ámbito de ultra confianza y cuando alguien que no conocen pide una entrada, cierran todo y desaparecen”, aseguró. Treinta clubes habilitadosGastón Sanabria aclaró que en el ámbito de la ciudad Capital hay un total de 30 locales habilitados por la Comuna. “Cuentan con seguridad y cumplen con todos los requisitos para que se garantice un normal desarrollo: policía, seguridad privada, sanitarios”, detalló.También especificó el funcionario que cuando se organiza una fiesta en el ámbito privado, para más de 40 personas hay que ir a declararla a la Municipalidad, al área de Control Comunal. Para esos casos, el organizador completa un formulario y la comuna pide que si van a contratar un club, que sea uno que este habilitado. “Si se cobran entradas, el organizador debe abonar un canon, que si se compara con una multa se trata de un ‘monto ínfimo’. También pedimos el contrato de locación, el pago de adicionales a policías, porque el código de Nocturnidad vigente exige las actuaciones -como mínimo- de dos policías en la puerta y la presencia de una ambulancia, se habilita y llegada la fecha se procede al control”, contó.Para los casos de fiestas organizadas por jóvenes para pagar su viaje de egresados o sus recepciones o alguna finalidad solidaria y se vendan entradas, por lo general el área de inspección no cobra ningún tipo de canon. Ejemplificó Sanabria: “A esta altura del año se acercan muchos chicos a declarar sus fiestas y todo corre por el carril normal”. Control “normal” en bolichesConsultado acerca de los inconvenientes que generaron polémica en los primeros meses del año -entre los empresarios nocturnos y la nueva gestión comunal que asumía en el municipio-, principalmente por las fuertes multas aplicadas a los bolicheros, por distintas contravenciones, y que más tarde derivó en algunos encuentros entre los sectores para ver qué cambios se podían introducir al código que reglamenta la noche en Posadas, el funcionario Sanabria describió que la situación “está más aceitada” y que, por el momento, no se volvieron a detectar menores en fiestas y horarios no permitidos.“Al empresario no le sirve que le clausuren y le cobren una multa por encima de los 40 mil pesos, se cuidan muchísimo y prefieren trabajar a reglamento; de ahí la necesidad de que nuestros ediles aprueben los cambios en Nocturnidad y las fiestas vuelvan a los lugares permitidos y donde puede haber control”.“También aceitamos los mecanismos para hacer un trabajo conjunto con agentes de la Policía para que nos acompañen a los controles y la verdad es que estamos llegando bien a estos meses de fin de año en los cuales abundan las fiestas”, evaluó Sanabria. "Lista" exclusivaLos organizadores se saben manejar en la clandestinidad, realizan todo tipo de invitación por las redes Facebook o Whatsapp y recién salen a la luz cuando los padres denuncian los cas
os, por considerarlos peligrosos. Por la manera en que contactan a los jóvenes hacen pensar que se trata de un grupo especializado en la organización de fiestas clandestinas las cuales suelen tener lugar en quintas a las afueras de la ciudad y o bien, lo suficientemente lejos del control Estatal. Cuando se exponen los casos, la municipalidad sólo puede clausurarlas por “ruidos molestos”.
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