El exministro de Planificación Federal Julio De Vido negó este viernes ante la Justicia haber cometido delitos en el caso Skanska donde se sospecha del cobro de sobornos por parte de la multinacional de origen sueco para acceder a la licitación de la construcción de dos gasoductos. Por escrito, ante el juez federal Sebastián Casanello, el exministro y actual diputado nacional también se rerfirió a su relación con el otro imputado en el caso, el exsecretario de Obras Públicas José López de quien dijo que la relación que los une es "funcional". "Ninguna evidencia o hecho me acerca a cualquier acto de aquel que pueda ser sospechoso ni en esta ni en ninguna otra causa", afirmó De Vido en el escrito presentado.La Justicia ordenó reabrir la causa "Skanska", el primer escándalo de presunta corrupción del gobierno kirchnerista, y reflotó la validez de una prueba clave, una conversación que corroboraba el pago de coimas por la adjudicación de obras públicas.Durante la investigación que cerró en el año 2011, el caso salpicó a funcionarios que dependían del entonces ministro de Planificación, Julio De Vido, cuya cartera fue allanada en esa ocasión. La Sala IV de la Casación, integrada por los jueces Juan Carlos Gemignani, Mariano Borinsky y Angela Ledesma, resolvió revocar la decisión de la Sala I de la Cámara Federal que había excluido como medio de prueba la grabación secuestrada en un allanamiento a la sede de la empresa Skanska.Además, la Cámara ordenó "imprimir celeridad al trámite de la investigación" en manos del juez federal Sebastián Casanello y paralizada desde 2011.La causa investiga el pago de sobornos a funcionarios kirchneristas para ganar licitaciones en la ampliación de gasoductos en el norte y en el sur del país: se hallaban comprometidos el ex titular del Enargas Fulvio Madaro -que dependía del ex ministro de Planificación Julio De Vido- y el ex director de Nación Fideicomisos Néstor Ulloa.El juez Norberto Oyarbide, que intervino en la causa, procesó al entonces secretario de Energía de la Nación Daniel Cameron, a Madaro y a Ulloa.En 2011, la Sala I de la Cámara Federal, con el voto de los jueces Eduardo Freiler y Eduardo Farah, decidió anular esa prueba diciendo que no podía usarse porque se trató de una grabación clandestina en la que Azcárate se autoincriminaba.También concluyó en base a una pericia que no hubo sobreprecios en las obras de los gasoductos y que por lo tanto no hubo coimas. El entonces fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, apeló y el actual titular de ese organismo, Sergio Rodríguez, mantuvo la discusión para que la grabación sea aceptada.Fuente:NA
Discussion about this post