Las hipótesis son varias y los investigadores no descartan nada. Sin embargo, en ese contexto, lo único cierto es el temor y nerviosismo en el que el magistrado laboral Manuel Ángel Silva Dico (56) se encuentra inmerso después de un fallido intento de secuestro que lo tuvo como víctima, el último miércoles por la noche frente a la puerta de su casa, en Posadas.“Lo único que querían era la llave del auto. En ningún momento me dijeron que me retire del vehículo, querían llevarme a mí. No entiendo por qué, realmente todo esto es sorprendente”, reconoció el jueves ante los micrófonos de PRIMERA?EDICIÓN y Canal 12, a quienes recibió por la mañana en su casa de Lucas Braulio Areco casi Bustamante, donde todo sucedió.Con las huellas de la violencia marcadas aún sobre el sector izquierdo del rostro, el titular del Juzgado Laboral 1 de Primera Instancia de la capital provincial brindó detalles sobre los momentos de tensión que vivió cerca de las 22 del miércoles, cuando acababa de bajarse de su Peugeot 408.“En la vereda me encuentro con una persona con un arma en la mano que me exigía que me corra al asiento del acompañante porque quería conducir el auto”, narró el magistrado sobre el comienzo de la pesadilla, tras verse sorprendido porque lo llamaron “doctor”, evidencia de que sabían quién era la víctima.No obstante, lejos de hacer caso, Silva Dico ofreció resistencia. Asegura que hubo un disparo.?Fue un milagro. La historia podía haber terminado de otra manera. “Yo me resistí, comenzamos a forcejear y ahí me apuntó con el arma hacia la panza. Yo me abalancé sobre su mano y logré… escuché el estallido. En medio de ese forcejeo veo que viene otra persona, abre la puerta trasera y ahí entre los dos me empujan y me tiran a la butaca de atrás”, detalló. Al parecer, el juez logró por la fuerza desviar la trayectoria del disparo.Silva Dico quedó entonces a merced del segundo malviviente, mientras que el primero -el que estaba armado- se sentó detrás del volante e intentó arrancar el auto, pero se encontró con que la llave no estaba. “¡Dame la llave! ¡Dame la llave!”, le dijo al magistrado, quien aseguró no tenerla. Al parecer, se le había caído en el forcejeo. “Yo decía que no tenía la llave, que se me había caído”, agregó.Los gritos y el disparo alertaron a los vecinos, uno de los cuales llegó a enfrentarse cara a cara con los delincuentes. “Ahí veo que viene un muchachito joven, vecino, y le hace frente a este señor, que inclusive le apunta al muchacho. Ahí ese joven empieza a forcejar hasta que este hombre sale corriendo al notar que venía mucha más gente”, explicó el juez, quien agregó que “dos o tres muchachos, también jóvenes, salieron corriendo detrás de ellos por las calles laterales y los corrieron por cinco o seis cuadras”.Silva Dico no encuentra explicación a lo que sucedió. Y en medio de la preocupación por lo que vivió, recordó lo que pudo haber sido una advertencia, el último lunes. “Era feriado, yo salí con mi pareja a eso de las 20.30 o 21 y vi que había una moto estacionada a una cuadra de mi casa. Cuando salí, arrancó y se dirigió justo hacia mi auto, pero cuando yo miré, pegaron la vuelta de contramano y regresaron por el mismo camino lateral por el que anoche -por el miércoles- escaparon”, refirió el magistrado, quien confesó haber reflexionado en ese momento sobre “la actitud sospechosa” de esos desconocidos. Todo le cierra ahora al juez, mientras intenta recuperarse de las lesiones físicas pero también del shock y el nerviosismo. “Según los vecinos, hace una semana que estas personas andaban merodeando por acá”, finalizó ante los medios desde el patio de su casa en pleno intento de recuperación.Ordenaron custodia policial para la víctimaAnte la extrema tensión vivida el miércoles por la noche en la vivienda de Silva Dico, autoridades provinciales ordenaron una custodia especial para el magistrado en su vivienda de avenida Lucas Braulio Areco.Así lo pudo saber PRIMERA?EDICIÓN mediante sus fuentes, quienes confirmaron que una patrulla de la fuerza tiene ordenes precisas de resguardar la integridad física del juez.Mientras tanto, el jueves continuaba el trabajo de los efectivos de Criminalística, tanto en lo que respecta a las pericias al arma secuestrada como así también en busca del “plomo” que dejó el disparo ejecutado por los maleantes. Por otra parte, la expectativa es que del celular incautado -que sería de los autores- surjan datos fundamentales.La principal teoría habla de un pleito ligado a lotes de la zonaCon el correr de las horas, los investigadores de la Policía provincial comenzaron a hilvanar datos y testimonios con el objetivo de establecer las motivaciones de los autores del hecho.Si bien no se descarta nada, incluso que el episodio tenga relación con las funciones de la víctima, trascendió que hasta anoche la principal hipótesis guardaba relación con la posesión de varios lotes de la zona.Las fuentes le contaron a PRIMERA?EDICIÓN que aparentemente el lote donde Silva Dico actualmente vive había sido anteriormente propiedad de tres hombres. Sucede que -siempre según la investigación- tras la venta de esos y otros terrenos se produjo una discusión entre el trío y al menos una de las partes habría declarado su inconformidad con sus socios, razón por la que habría decidido arremeter contra los actuales propietarios, todo siempre en el marco de las elucubraciones.Efectivos de la comisaría seccional Decimotercera, de la Unidad Regional I y de la Dirección de Investigaciones trabajaban anoche al respecto.
Discussion about this post