Juan Gaspar Machado es vecino desde hace más de quince años del barrio Ñú Porá, perteneciente al municipio de Garupá. Harto de no encontrar ninguna solución al problema de olores nauseabundos por aguas servidas y el peligro sanitario que ello representa, decidió hacer público el inconveniente que afecta a varias chacras del lugar.“El problema viene desde hace bastante tiempo atrás, pero se agudizó en los últimos meses porque en el barrio se fueron instalando nuevas casas y los desechos, en algunos casos, son arrojados directamente a las canaletas a cielo abierto y de deslizan por la pendiente de la calle hacia un arroyo que está cerca”, explicó Machado a PRIMERA EDICIÓN.En la zona, según expresó el vecino, no cuentan todavía con el servicio de cloacas y tampoco con cordón cuneta. Desde hace tiempo que Machado busca que sus vecinos reconsideren el mal hábito pero sin éxito. Ante ello decidió seguir con los trámites ante las autoridades correspondientes pero sólo encontró evasivas y hasta respuestas insólita, como la del Juzgado de Paz: “Me aconsejaron que me cambie de casa porque ellos no podían hacer nada”, apuntó. Machado exhibió la documentación que respalda sus dichos y donde se observa el sello que en marzo de este año presentó su reclamo por mesa de entrada de la Municipalidad de Garupá. “No podemos hacer nada, me dijeron en la Municipalidad ¿Puede creer?”, se preguntó. En octubre radicó una denuncia en la Comisaría Quinta, detallando el problema. “Eso pasó al Juzgado de Paz y allí fue donde me dijeron que me mude. Pero también recurrí al Eprac (Ente Provincial Regulador de Aguas y Cloacas) y a Ecología de la Provincia, me atendieron, pero me dicen que no les corresponde, cuando además de mi problema hay un arroyo cercano que recibe toda la descarga y eso afecta a todo el medio ambiente”.
Discussion about this post