Conexiones clandestinas de agua y cloacas que fueron efectuadas por inescrupulosos después de romper un caño maestro, y que tras la denuncia de los vecinos fueron constatadas por Servicios de Aguas de Misiones Sociedad Anónima (Samsa), hicieron que la empresa prestataria del servicio aplicara una multa de 25 mil pesos al Consejo de Copropietarios de la chacra 150 de Villa Cabello. La sanción estuvo dirigida al espacio de uso común, ubicado en la esquina de Eva Perón y Tambor de Tacuarí, justo debajo del tanque de agua del sector. Lidia González, miembro del Consejo de Administración, recordó que acudieron a Samsa porque se había roto una cloaca sobre Eva Perón y que después de arreglarla, se presentó un problema de filtración en el sótano del salón comunitario. “Hicimos muchas mejoras en ese espacio y nos dimos cuenta que si esa filtración continuaba, podría correr peligro la estructura del edificio. Días atrás vino una factura muy abultada y fuimos a hacer la denuncia del caso. La empresa regresó e hizo una excavación alrededor del salón de usos múltiples y descubrió conexiones clandestinas de agua y cloacas que se hicieron después de romper un caño maestro”, comentó indignada. En asamblea y por mandato “los vecinos nos dieron esta administración y nosotros tenemos que ser consecuentes. No podemos hacer la vista gorda. El salón se usa en algunas oportunidades pero nunca se llegó a ese consumo”, agregó. Manifestó que Samsa desconocía la realidad de la zona y que ese salón corresponde a la Chacra 150, que es un solo lote y que alberga a 432 departamentos. “Les explicamos que esa esquina es un espacio común. Y no lo decimos descabelladamente sino que tenemos toda la documentación que es respaldada por el Iprodha, un plano de catastro, y documentación fehaciente, que eso es del consorcio”, señaló.Confiaron, además, que hace dos años hicieron gestiones para que el barrio fuera beneficiado con el Programa “Mejor Vivir”; que se preocupa por las pérdidas de agua en el barrio; que arregla las cañerías de los tanques, y que cuando se rompe una cloaca, llama a la empresa. “Acá hay muchísimo consumo de agua, son tanques inmensos, y a Samsa le tiene que importar que un grupo de vecinos en nombre de los demás habitantes se ocupen de estas cuestiones”, acotó.“Dijimos que íbamos a asumir la deuda pero con la condición que se anulen las conexiones clandestinas porque el consorcio no está dispuesto a pagar por algo que no usufructuó, por un servicio que no contó. Necesitamos agua para el salón porque es de usos múltiples y allí se realizan las asambleas, los cumpleaños infantiles, los talleres. Es un salón de la comunidad. No puede quedar sin agua. Como consorcio tenemos personería jurídica y podemos accionar. Es que los vecinos también son dueños, somos copropietarios de ese espacio común. No tenemos otro espacio. Los que representamos a los vecinos no podemos ser indiferentes”, argumentó González. Desde Samsa dicen: “Nosotros brindamos un servicio y si no pagan por él, lo cortamos. Es un espacio común y se tiene que respetar como tal, y al consorcio que tiene la facultad de administrar por mandato de la asamblea”.Para llevar a cabo el reclamo administrativo y judicial correspondiente, solicitaron al Iprodha que certifique que el espacio de uso común, pertenece a toda la propiedad sujeta al régimen de propiedad horizontal inscripta por el Instituto ante el Registro de Propiedad Inmueble.
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