Las aulas volverán a abrirse este miércoles, cuando alrededor de tres mil chicos misioneros vuelvan a sentarse en los pupitres en el marco del programa Escuelas de Verano, dependiente del Consejo General de Educación (CGE). Se iniciará este 1 de febrero y durará todo el mes. No hay horarios establecidos y el programa respeta las actividades de cada escuela. Muchas de ellas tienen convenios con ONG o municipalidades y llevan a los chicos a la pileta, por lo que concurren de tarde.Este año participarán 32 escuelas que presentaron sus proyectos a fines de 2016 y fueron seleccionadas. Entre ellas se encuentran comunes, especiales, carcelarias y hasta hogares de día de toda la provincia. “El programa se caracteriza por sus actividades recreativas y pedagógicas”, indicó a PRIMERA EDICIÓN la responsable, Elsa Powch.Las escuelas presentan en noviembre los proyectos con la intención de ser habilitadas para abrir como escuelas de verano. “Ya indican el grupo de docentes que va a estar a cargo. Tiene que ser un grupo interdisciplinario de maestros que va a llevar adelante el programa y a partir de diciembre, los chicos se inscriben”. En muchas ocasiones no son solo los chicos de la escuela los que asisten, sino que se abrió el juego. “Lo que fuimos implementando a través del paso del tiempo es que chicos de la comunidad, que a veces no son de la misma escuela, también puedan inscribirse. No es exclusivamente para la escuela que lleva adelante el programa, entonces cuando comienza el programa se contagian y vienen más chicos. La mayoría viene con sus hermanitos, generalmente los más pequeños y ya el equipo está adecuado para recibirlos”, remarcó Powch.En el programa, que se desarrolla de lunes a viernes, “reforzamos los contenidos que han trabajado durante el año, tanto en matemática como lengua o ciencias naturales y sociales. Pero además tenemos otras actividades recreativas, lúdicas, tecnológicas, artísticas. Surgen diferentes propuestas y entonces los chicos se enganchan y se sienten acompañados por los docentes y sus pares”, indicó la docente y agregó que “muchos chicos por diferentes razones no pueden salir de vacaciones y el slogan que establecimos al programa dice que ‘el mejor lugar en el que puede estar un niño, después del hogar, es la escuela’”.Distintas actividades“Son muy interesantes las actividades que desarrollan los chicos. Yo hace cinco años que estoy a cargo del programa y me entusiasma ver como los niños trabajan desde una perspectiva de equipo. No tienen tan planificado los horarios y tienen un aprendizaje tan inmediato en áreas que por ahí les cuestan durante el año. Entonces con juegos y otras actividades innovadoras, los chicos alcanzan los objetivos”, indicó Powch quien señaló que hay un hecho no menor en relación a esto, “los niños van voluntariamente, no es una exigencia”.La responsable señaló que “siempre llevamos un registro porque es importante ver cómo ha crecido el programa. Comenzamos con muy pocos chicos, no se entusiasmaban en sumarse, sin embargo fue aumentando esa matrícula. De hecho en los últimos cinco años ha crecido en un 50%”. Cada institución tiene un responsable que “hace llegar las propuestas, los resultados y las matrículas con la cantidad de alumnos”. Si bien el programa es exclusivo de primaria, “este año tenemos el Instituto Tecnológico 2 de Posadas, de nivel secundario, que pidió incorporarse y lo sumamos”. Cada institución tiene entre 80 y 100 inscriptos por escuela, “entonces sumarían más de 3.000 alumnos en toda la provincia. Pero nosotros siempre tenemos expectativas y hemos logrado mucho más, pero lo sabremos bien a la mitad del programa porque muchos chicos se van sumando a medida que empieza”.Un poco de historiaLas escuelas de verano nacieron, originalmente, hace aproximadamente diez años, pero más que nada en las escuelas especiales. “Como los chicos necesitaban una actividad y contención, las escuelas abrían pero se hacía únicamente en Posadas”, recordó Powch. “Luego, como fueron tan exitosas, se fueron implementando en toda la provincia y la verdad es que cada vez se viven con más entusiasmo porque son muchos los chicos que se suman al programa”, agregó. Para finalizar remarcó que “los padres nos consultan más que nada por aquellos niños que tienen alguna dificultad, que se llevan alguna materia y deben rendir los primeros días de marzo, cuando comienza el ciclo lectivo. Entonces nos encargamos de que ellos refuercen contenidos y así luego aprueban la materia, por lo que lo consideramos muy exitoso”.
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