El diputado provincial del Partido Agrario y Social (Pays) Martín Sereno sigue el caso, acompañando a esta madre y buscando soluciones para la grave situación que la afecta, mientras "las autoridades municipales no cumplen con asistirla", denunció."Hace más de 40 días volvimos a presentar un informe e hicimos gestiones por las familias de Miguela Ratoski, y Mónica Fernández, del Parque Schwelm, ambas madres con hijos registrados en el Programa Provincial Hambre Cero que depende del Ministerio de Desarrollo Social y el Municipio. En sus viviendas no disponen de las mínimas condiciones para que sus hijos puedan recuperarse de los problemas de salud que padecen. Las habitaciones destechadas, paredes hechas con nilon, falta de espacio, sin conexión regular de suministro eléctrico, falta de asistencia alimentaria y muchas necesidades más", explicó el legislador.En ese sentido, agregó que desde el Pays lograron que los responsables del programa (el Ministerio de Desarrollo Social) “acerquen por lo menos los materiales mínimos para mejorar las condiciones de sus viviendas. Eso fue hace un mes, con el compromiso del Municipio y de su Departamento de Acción Social de construir con esos materiales (apenas unas maderas para hacer un cuarto) y techar esa construcción; pero no hicieron nada. Todo quedó en promesas", lamentó Sereno.Los chicos están enfermos y necesitan una casaEl Ministerio de Desarrollo Social aportó las maderas necesarias para construir "por lo menos una habitación más, porque no pueden vivir en esas condiciones paupérrimas; pero pasa el tiempo y Acción Social de la Municipalidad, que se había comprometido a utilizar esos materiales, aportar las chapas y los trabajadores para construir la habitación que necesitan; pero en tres semanas no hicieron nada. Miguela pudo tapar las maderas que estaban a la intemperie, porque se estaban pudriendo y se resquebrajaron. Estamos molestos porque el esfuerzo que se hace por un lado, institucionalmente, por el otro lado queda desperdiciado”, enfatizó Sereno.La mujer, madre de cuatro chicos con problemas de salud, explicó que hace cerca de un mes “trajeron los materiales; pero no hicieron nada. Cuando fui a preguntar me dijeron que ésta semana por ahí venían; pero así me tienen hace un mes. Tengo hijos, y en el Programa Hambre Cero, y necesitan una casa mejor”, remarcó.Violencia de géneroLa situación de otra vecina, también con necesidades extremas, que se dio a conocer el año pasado es la de Mónica Fernández, con sus cuatro hijos de 13, 11, 7 y 4 años. El mayor padece de epilepsia y está inscripto en el Programa Hambre Cero. "Hace un tiempo también se enfermó mi segundo hijo", y la ayuda que le ofrece el Programa no les alcanza, ya que las necesidades son varias.La mujer y sus chicos viven en una casa precaria y a medio construir. "Después que registraron a mi hijo en el Hambre Cero, me hicieron tres paredes. Supuestamente me tenían que entregar una casa completa; pero estas tres paredes son toda la casa", subrayó con dolor.Mónica Fernández, además fue víctima de violencia de género. Se separó de su esposo y lo denunció en la Comisaría por violencia, "después que casi me mata. Por suerte ya no está en mi casa, pero muchas veces que no estuve se acercó al barrio y me dejó amenazas a través de mis hijos", detalló con dolor."Llevaron las maderas y no pasó más nada”Esta semana, nuevamente el diputado Sereno se acercó a conocer la situación de Mónica. “Hubo un compromiso de mandar los materiales necesarios, y de adecuar la vivienda a las necesidades que tienen debido a que sus hijos están bajo el Programa Hambre Cero, y hace aproximadamente un mes que se supone mandaron los materiales para las dos casas: maderas, tirantes, tablas, dos puertas y dos ventanas; pero ninguna señal de hacer nada, y están tirados en la casa de Miguela", se quejó.El municipio se comprometió con las construcciones, “a poner el recurso humano y las chapas para completar la obra, pero todavía no lo hicieron. Ahí están las maderas, las tablas y la puerta y la ventana pudiéndose a la intemperie pese a que ambas protegieron parte de los materiales como pudieron”, explicó el diputado del PAyS.Mónica confirmó el relato de Miguela: “Bajaron las cosas en su casa y nunca más apareció nadie; a mí me trajeron una puerta y una ventana después no pasó más nada. Y esos materiales no creo que alcancen para las dos, porque las maderas eran muy pocas; faltan tablas, tirantes y chapas que todavía no trajeron. A mí ni siquiera me llamaron y en Acción Social no hicieron absolutamente nada. Seguimos igual”, aseguró.
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