Hace 58 años, el 5 de febrero de 1967, se suicidaba Violeta Parra, considerada un referente de la música popular chilena y que logró proyectarse al mundo.
Cantante, poetisa, compositora, pintora, escultora, bordadora, ceramista y madre de cuatro hijos, Violeta del Carmen Parra Sandoval -nacida el 4 de octubre de 1917 en San Carlos- se inició desde pequeña en el canto y en 1942 obtuvo el primer lugar en un concurso organizado en el Teatro Baquedano.
Viajó por todo el país y estuvo en contacto con la realidad social. Asumió la izquierda como postura política y se dedicó a indagar en las raíces de la música popular. En 1952 recorrió los barrios más pobres de Santiago de Chile y las comunidades mineras y recolectó las canciones anónimas que proyectó en un programa radial.
Dos años después fue galardonada con el premio Caupolicán y ese mismo año contrajo matrimonio con Luis Arce.
Viajó por varios países de Europa en la década de 1950 y a su regreso pasó por Francia, donde grabó temas del folclore de Chile para el sello musical Le Chant Du Monde.
Se dedicó a investigar sobre el folclore de su país y se encargó de difundir la expresión del pueblo campesino, plasmada en piezas musicales como “Casamientos de negros” (1955), “Yo canto la diferencia” (1961) y “Una chilena en París” (1965), entre otros.
Durante esta época conoció al gran amor de su vida, el antropólogo y musicólogo suizo Gilbert Favre, con quien vivió en Ginebra, pero también se convirtió en el destinatario de sus más importantes composiciones de amor y desamor: “Corazón maldito”, “El gavilán, gavilán”, “Qué he sacado con quererte”, entre otras.
El 5 de febrero de 1967 Violeta Parra uso un revólver para quitarse la vida. Su muerte sorprendió a su familia y al mundo. Jamás imaginaron que la autora del tema “Gracias a la vida” se suicidaría.
Algunos aseguran que fue víctima de una profunda depresión. “Me falta algo, no sé qué es. Lo busco y no lo encuentro. Seguramente no lo hallaré jamás”, manifestó Violeta a un periodista luego del lanzamiento de su último disco.
Las razones tal vez nunca se sepan, pero su legado artístico permanecerá por siempre.
Fuente: Telesur
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