Más del 70% de los aborígenes mbya guaraní que estudiaban la secundaria o habían empezado una carrera terciaria o universitaria durante el año pasado abandonaron sus estudios. La principal razón de la altísima deserción escolar de este segmento social es la económica. Si bien el Estado (nacional y provincial) otorga distintas líneas de becas para este grupo, durante todo 2016 no llegó un solo peso a manos de los estudiantes mbya. Según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, los estudiantes guaraníes debieron enfrentar un año lectivo sin ayuda económica de ningún tipo. Y el impacto de esta realidad se hizo visible en algunos de los resultados que pudo recabar este diario: apenas dos de los ocho jóvenes que cursaban carreras universitarias en Posadas no abandonaron sus estudios el año pasado. Más de un año de atrasoRecién a fines de enero de este año, la tarjeta Natural donde el Gobierno de Misiones, a través del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (Iplyc), paga las becas provinciales para alumnos del nivel secundario, terciario y universitario habilitó los meses adeudados correspondientes a 2015. Esta semana, el Instituto de Políticas Lingüísticas anunció a las comunidades que se habilitaría el pago de un mes correspondiente a 2016. Es decir que, aún con estos pagos, la beca provincial sigue con un año de atraso.Tampoco la Nación cumplió en 2016 con la beca anual de 2.000 pesos para estudiantes menores de 17 años, pero esta semana comenzó a pagarse este beneficio. El Comité Ejecutivo de Desarrollo e Innovación Tecnológica (Cedit), en tanto, no cumplió el año pasado con las becas destinadas a los alumnos guaraníes que ingresaron al nivel superior. En total, eran 30 jóvenes mbya que debían haber recibido ese dinero para facilitarles el acceso y permanencia en el sistema educativo superior. Pero estos fondos no llegaron en tiempo y forma; y terminó 2016 sin haber noticias de ellos. Los afectados En la comunidad Tekoa Arandú, tres jóvenes debían cobrar la beca del Cedit. En 2016, estudiaban en el nivel superior 30 jóvenes guaraníes y la mayoría de ellos abandonó antes de terminar el año. Entre los pocos que siguen están José Fernández, estudiante del profesorado de enseñanza primaria del Instituto San José; y Anselmo Fernández, estudiante de lengua y literatura de la sede de Eldorado del Instituto Montoya. Abandonaron la carrera todos los jóvenes que se inscribieron para estudiar Guardaparques. En Posadas, de los ocho que iban quedaron solo dos, los hermanos González que siguen la licenciatura en trabajo social. En Oberá, el único mbya que continúa estudiando es Sixto Ferreira, del profesorado de educación física. Tampoco los estudiantes del nivel secundario lograron permanecer en el sistema educativo: la mayoría de ellos ya había dejado de ir a la escuela en abril. En todas las comunidades se repite el mismo patrón: la mayoría abandonó, unos 4 ó 5 están cerca de recibirse y un grupo importante no logró comenzar. “Por ejemplo, en la comunidad Tekoa Arandú, de los nueve que iban al Instituto de Enseñanza Agropecuaria (IEA) continuaron solo cuatro y a puro esfuerzo de las familias porque para agravar la situación, la residencia que alberga a los estudiantes que viven lejos abría los lunes y cerraba los jueves, quedando los chicos en banda y perdiendo días de clases. De los quince que iban al CEP 40, que queda a cinco kilómetros de la comunidad, solo terminaron el año dos chicos. De los diez que iban a la EFA de la localidad 9 de Julio, continuaron solo tres”, contaron desde esa comunidad.
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