El general Juan Facundo Quiroga, nacido el 27 de noviembre de 1788 en La Rioja, fue un caudillo partidario de un gobierno federal para el país.
En ese entonces La Rioja era un territorio disputado por dos familias terratenientes, los Dávila y los Ocampo. En un principio, Quiroga apoyó a los segundos, pero éstos fueron derrotados tras la invasión de los “auxiliares de los Andes” que llegaron desde San Juan.
Quiroga se retiró a los llanos para regresar y enfrentar al coronel Francisco Aldao en la Batalla de La Rioja, donde resultó vencedor.
Llegó a la Gobernación luego de una disputa con las huestes de la familia Dávila, quienes lo habían traicionado. Las tropas se enfrentaron en la Batalla de El Puesto. Sus comandantes se batieron a duelo a la vista de sus soldados. Quiroga mató a lanzazos a Dávila y luego derrotó a sus hombres.
Se convirtió así en gobernador provisional. Renunció meses después, pero fue el líder indiscutido de los riojanos.
En 1834 estalló una guerra entre Salta y Tucumán por la autonomía de la provincia de Jujuy. El gobernador de Buenos Aires, Miguel Vicente Maza, envió a Quiroga para mediar en el conflicto. Se dirigió hacia esas provincias pese a que lo habían advertido de que querían matarlo.
A medio camino supo que la guerra había finalizado. Al regresar, el 16 de febrero de 1835, en un solitario pasaje en Barranca Yaco (Córdoba), fue emboscado por milicias de esa provincia. Quiroga, al asomarse del carruaje exclamó: “¡Quién manda esta partida!”. Y recibió un disparo que le entró por el ojo y le produjo la muerte. Su cuerpo fue luego tajeado y lanceado.
Su fallecimiento a la larga beneficiaría a Juan Manuel de Rosas.
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