Paciencia. Si hubo un atributo que distinguió a Mauricio Mercol y su familia en todo este tiempo fue ese, el de la calma. Ocho años tuvieron que pasar para que el crimen de Iván, su hijo, llegara a juicio oral y público. Y ya con la condena, se abrió una nueva espera, que es ahora la que los preocupa.“Vemos con atención todo este tiempo que pasó, estamos a diez meses de la sentencia, no tenemos novedades y eso preocupa. Si bien es cierto de que falta un tiempo para que esa sentencia prescriba, ya se cumplió casi el 25% de la condena y el STJ aún no se expidió”, le dijo Mauricio a PRIMERA EDICIÓN horas después de que se cumpla ese período desde el fallo.El compás de espera comenzó el viernes 17 de octubre de 2014 en el Salón de Usos Múltiples del Palacio de Justicia, en Posadas, donde Sebastián Ruíz (31) y Diego Cantallops (30) fueron hallados culpables de “homicidio en riña” y condenados a cuatro años de prisión efectiva.No obstante, en la lectura de la sentencia, el magistrado César Raúl Jiménez, titular del Juzgado Correccional y de Menores 2 de la capital provincial, indicó que ambos permanecerían en libertad hasta que dicho fallo quede firme. Los defensores José Luis Rey y Hugo Zapana apelaron entonces la resolución del juez, que fue elevada al STJ para resolución. Sin embargo, a más de diez meses el Alto Cuerpo sigue sin expedirse.Para Mercol, la realización del debate y posterior sentencia “tiene un valor simbólico además del real, ya que nos permitió cerrar una etapa y marcar un antes y un después. Sin embargo, hoy no podemos dejar de ver la realidad: aguardamos aún la definición del STJ”. Mauricio asegura que “descartamos que la sentencia de Jiménez, impecable en sus argumentaciones, será ratificada por ese Cuerpo”.El hombre reconoce que, si bien falta mucho para que el fallo caduque, es cierto lo que indican los números, que el próximo 17 de octubre se cumplirá un año. “Estamos próximos a que se cumpla el 25% de la condena establecida, es decir, uno de esos cuatro años, pero aún no tenemos resolución.?Y eso es lo que nos preocupa”, sintetizó.El padre de Iván aseguró que no comprende “por qué pasó todo este tiempo sin que el STJ se expida”, e indicó que, si bien sabe que su perspectiva es la del lado de la víctima, “ante un debate tan esclarecedor y con una fundamentación que explica la condena, no tendría que pasar tanto tiempo”.Entonces, sobre la posibilidad de que Ruíz y Cantallops vayan a prisión, Mercol dijo que “lo que nos interesaba a nosotros era que sean juzgados. ¿Fueron condenados? Bueno, entonces que cumplan la condena, no pretendemos otra cosa. Sean dos, cuatro o cuatrocientos años, siempre va a ser poco para mí, porque mataron a mi hijo, pero si eso es lo que determinó la Justicia, entonces que cumplan”.Finalmente, pese a los años, Mauricio reconoció que el dolor no se va. “Esto se vive de distintas maneras, cada cual en la familia lo sobrelleva de forma diferente, pero siempre atravesados por la desgracia, por la tristeza. Es muy difícil, pero siempre están los amigos”, confesó el hombre. Y agradeció también a los allegados de Iván, que pese a todo no se olvidaron de él ni de su familia: “El otro día nos invitaron al bautismo de la hija de uno de los mejores amigos de Iván. Ver a todos esos chicos más grandes, más viejos, no deja de ser una alegría para nosotros. Mi hijo está reflejado en cada uno de ellos”. Un hecho que marcó un antes y un despuésIván Andrés Mercol (22) falleció en la tarde del domingo 19 de marzo de 2006. En la madrugada de ese día sufrió una golpiza en el interior de un local nocturno de la avenida Corrientes. La Justicia determinó en el debate que Ruíz y Cantallops fueron los autores.El joven estudiante sufrió rotura de vértebras superiores y pérdida de masa encefálica. En un primer momento se dijo que había recibido un botellazo.?Sin embargo, con el correr de las horas y el testimonio de testigos se llegó a la versión que terminó de confirmarse en el juicio.El esperado debate -tardó ocho años en realizarse- se inició el martes 16 de septiembre de 2014 bajo la tutela del magistrado Jiménez, del Correccional 2, en virtud del cambio en el Código Procesal Penal que envió las causas con penas previstas menores de seis años a ese fuero.Después de más de un mes en el subsuelo del Palacio de Justicia misionero, la sentencia se conoció el viernes 17 de octubre.?Allí los dos fueron condenados a cuatro años por el delito de “homicidio en riña”.
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