La intención de impulsar las candidaturas del actual presidente Horacio Cartes y del exmandatario Fernando Lugo en las próximas elecciones ponen de cabeza el tablero político paraguayo postergando cualquier otro tipo de discusión.El martes y en lo que fue un pacto entre un sector parlamentario del oficialismo y de la minoritaria oposición de izquierda avanzó en un proyecto de enmienda constitucional que busca instaurar la reelección presidencial, actualmente prohibida por la Constitución.La sesión, cargada de imprecaciones e insultos entre algunos legisladores, tuvo como colofón la reunión de 25 senadores en la oficina del Frente Guasú, del expresidente Lugo (2008-2012), y la aprobación de un proyecto para cambiar el reglamento interno de la cámara, mientras que el resto de legisladores permaneció en la sala de sesiones.Los cambios en el reglamento aprobados por esos senadores incluyen eliminar atribuciones del presidente del Senado, como rechazar proyectos. También disminuir el número de votos necesarios para que un proyecto como el de la enmienda constitucional sea dictaminado en comisión para su tratamiento posterior en el pleno.El izquierdista Frente Guasú y un sector del conservador Partido Colorado trabajan desde hace meses en la redacción de un proyecto de enmienda constitucional para ser presentado en el Senado, que ya lo rechazó en agosto.Ese proyecto va encaminado hacía que el presidente paraguayo, Horacio Cartes, y Fernando Lugo, puedan presentarse a las elecciones generales de abril de 2018.La Constitución paraguaya prevé un mandato presidencial de cinco años y establece que ni el presidente ni el vicepresidente “podrán ser reelectos en ningún caso”.Desde el martes la sede del Congreso permanece rodeada de policías antimotines. Incluso supuestos aprestos militares debieron ser desmentidos por el Gobierno.La fracción “Honor Colorado” dentro del Partido Colorado, impulsa la enmienda, mientras la disidencia de “Colorado Añetete” (“Real”, en guaraní) lo impugna. Los legisladores en contra de la enmienda argumentan que el cambio del reglamento se encamina al tratamiento de ese proyecto, pese a que fue rechazado por el Senado en agosto.La disidencia y la oposición del Senado recurrirán a la Corte Suprema de Justicia para dejar sin efecto la modificación.Detallaron que un equipo jurídico trabaja en la presentación de acciones jurídicas, una denuncia penal ante el Ministerio Público, otra ante la Corte Suprema sobre la inconstitucionalidad del procedimiento (cambio del reglamento) y finalmente ante el Tribunal de Cuentas porque el mandato de la Presidencia fue vulnerado. Al mismo tiempo advirtieron que ayer recurrieron a la Fiscalía General del Estado que decidió no intervenir en el caso.“Para nosotros son actos nulos, inexistentes y no producen efecto jurídico alguno. Nosotros no reconocemos sesión en privado como es la bancada del Frente Guasú, una mayoría encerrada en una sala hace que sea inválida la sesión. Veinticinco senadores violentaron la Constitución Nacional”, declaró el senador disidente Eduardo Petta, que actúo de vocero del grupo.El legislador, que ingresó al Parlamento por el Encuentro Nacional y hace poco pasó al movimiento “Colorado Añetete”, indicó ayer que “se rumorea que mañana estarían completando la faena y llevando adelante la enmienda para la reelección”. “Mañana van a aplicar esos estatutos modificados de forma irregular para aprobar la enmienda, actos nulos y totalmente irregulares. Van a agotar las instancias y ante la negativa van a encerrarse en recinto y aprobarán sus temas. No podemos impedir esas conductas violatorias y mañana completarán la faena”, insistió el legislador.ProtestasCentenares de paraguayos, entre ellos legisladores nacionales, se manifestaron hasta las primeras horas de ayer en el centro de Asunción en contra del proyecto que propicia una enmienda constitucional.Los reunidos, entre los que estaba el intendente de la capital, Mario Ferreiro, lanzaron gritos contra la enmienda y calificaron de “golpe de Estado” el proceder de los 25 senadores.El líder del Partido Liberal (PLRA), Efraín Alegre, quien se encontraba entre los concentrados, dijo que lo sucedido en la Cámara alta es el inicio de un “golpe de Estado” y un paso previo para “preparar la enmienda de una manera inconstitucional”.“Claramente se ha iniciado el golpe de Estado, no tiene otro nombre, se atropelló la institucionalidad del Congreso, se hicieron sesiones fuera del reglamento, fuera de la Constitución. Estamos en un momento de quiebre del Estado de Derecho en Paraguay, esa es la realidad”, declaró Alegre.El Intendente de la capital coincidió y apuntó que “lo que se está desarrollando en el país es un golpe político, un retroceso en las reglas de la democracia”.Agenda postergadaY mientras las apetencias de poder se desarrollan sin pausa, el país sigue su irregular trajinar postergando el debate de cualquier otro tema o reclamo, legítimo o no.Tal el caso de los campesinos que tras una larga marcha nacional llegaron ayer a la capital.Unos 6.000 trabajadores rurales marcharon hasta la plaza ubicada frente al Congreso de Paraguay para reclamar la entrega de tierras destinadas a promover los cultivos y contrarrestar el ingreso masivo de alimentos extranjeros. El poder político debatía otros temas.
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