El domingo a las 7:30, un vecino reportó el hallazgo del cadáver de una adolescente de 16 años, quien gestaba un embarazo de seis meses. La menor estaba tirada boca abajo y semidesnuda, en la vía pública, más precisamente en la parte posterior de una casilla de moto taxi ubicada en el barrio Belén de Puerto Iguazú. Una vez en la escena, emplazada en la esquina de las calles Pancho Ramírez y Vera Peñaloza, los peritos forenses determinaron que la víctima no presentaba signos de violencia física y hallaron a un costado del cuerpo la ropa interior de la misma. Es materia de investigación si estuvo con algún hombre, no obstante desde la investigación se mostraron cautos y aguardan el resultado de la autopsia ordenada por la Justicia, que determinará fehacientemente las causas del deceso. Una vez que los efectivos identificaron a la joven y establecieron que registraba domicilio a unas tres cuadras del lugar, se entrevistaron con sus familiares. De esta manera se supo que la chica había sido vista por última vez unas doce horas antes, alrededor de las 19 del pasado sábado. “Me voy a la Costanera”, habría dicho la menor a sus parientes. A partir de allí los pesquisas tratan de rearmar los últimos movimientos de la adolescente, es decir, con quién o quiénes estuvo o a qué lugares se dirigió desde que salió de la vivienda familiar. HipótesisPara los investigadores por el momento no habría elementos para creer que la menor murió por lesiones traumáticas, por ello se espera la necropsia para establecer con exactitud cómo falleció. En ese sentido será fundamental, entre otros análisis, las pruebas toxicológicas y de muestras de ADN, señaló un vocero. No se descarta que pudo tratarse de un suicidio, teniendo en cuenta que la jovencita tendría antecedentes de intentar quitarse la vida, confió un portavoz de la causa. También se supo que la expareja de la fallecida no estaba en contacto con ella desde hace unos meses. En cuanto a lo incautado en la escena, además de la ropa interior, se halló una latita de cerveza. En el lugar del hallazgo del cuerpo trabajó personal de Criminalística de la UR V -con asiento en Puerto Iguazú-, un médico y un bioquímico de la fuerza.
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