Empezó como un hobby, pero poco a poco la kizomba comenzó a ocupar un “lugarcito” cada vez más importante en sus “corazoncitos” y así, como de buenas a primeras, Agustina Fragueiro y Marcelo Vargas se encontraron compitiendo en un concurso internacional, en el que fueron avanzando de instancia y ya están en la etapa final, por eso necesitan el apoyo de todos, con un voto, y hacerse de una beca para perfeccionarse. Para ello, no hay más que ingresar a <a href="https://randomroots.com/es/concurso-de-parejas/">https://randomroots.com/es/concurso-de-parejas</a> y seleccionar a la 28, Agustina & Marcelo, previo completar algunos datos, mínimos, como nombre de pila y correo electrónico, pero hay que apurarse, porque el plazo vence este lunes.Los bailarines coincidieron en que se enteraron del concurso de “casualidad”, “teníamos que hacer un video original, lo mandamos y entramos en competencia, a partir de la selección de 35 parejas de alrededor del mundo”, dijo Marcelo y subrayó que lograr la mayor cantidad de votos los haría dueños de una capacitación con los pioneros del estilo en el mundo. Además, confesaron que hace muy poco adoptaron este ritmo, que al principio no sabían bien qué era, porque es muy nuevo en Argentina, “más acá, pero nos empezó a copar; en un principio cada uno pensó en competir por su lado, teníamos nuestras parejas, pero ambas se lesionaron y no pudieron participar, entonces nos sugirieron formar este equipo”, apuntó Agustina. “Era una oportunidad para seguir aprendiendo, creciendo y nos tiramos a la pileta sin pensarlo mucho”, añadió.“No somos profesores, ni instructores, nunca pensé en participar en un concurso internacional, empecé de cero, hace un año aproximadamente, con salsa y bachata, conocí la kizomba, me gustó desde el principio, me fui interiorizando y la verdad que llegamos a esto sin planearlo mucho”, destacó Marcelo y Agustina agregó que “bailaba de chica, otros ritmos, clásicos y demás, conocí la salsa a los catorce años, muy por arriba, la bachata a los 16, aunque tampoco profundicé mucho, pero hace un año tomé el ritmo y no lo solté más, fue como amor a primera vista, nos gustan las tres disciplinas, pero la kizomba tiene un corazoncito aparte”.“El haber ingresado significó ganar, el ser seleccionados entre 35 parejas de todo el mundo, para nosotros fue ganar, estamos re felices, pero podemos seguir creciendo con las becas, por eso vamos a seguir poniéndole ficha; siempre es bueno seguir creciendo, sin estancarse, porque la vida es aprender”, finalizó la bailarina.
Discussion about this post