(Nota publicada el 28 de mayo de 2012) Una dramática historia se conoció en las últimas horas, cuando la madre de una adolescente de quince años denunció que su hija fue engañada y secuestrada por un desconocido, quien la secuestró y la llevó por distintas localidades de la provincia al mismo tiempo que la violaba cada vez que se detenían.Debido a las lesiones que habría sufrido luego de la interminable pesadilla, la menor de edad debió ser internada en el Hospital Provincial de Pediatría “Dr. Fernando Barreyro”, donde se recuperaba al cierre de esta edición.Efectivos de la Policía de Misiones trabajaban para dar con el presunto degenerado, cuya identidad y paradero constituían hasta anoche un verdadero acertijo.El calvario comenzó el último viernes en una vivienda del populoso barrio de Villa Urquiza, en la capital provincial, donde la adolescente estableció contacto por mensajes de texto con un hombre de cuarenta años que respondería al nombre de Andrés.Con el transcurrir de los minutos, la comunicación se hizo cada vez más fluida hasta que la menor de edad y el hombre acordaron encontrarse para conocerse.La muchachita no imaginaba entonces que lejos de ser su “príncipe azul”, el misterioso y romántico contacto tenía preparado otros planes para el fin de semana.Cuando se encontraron, la adolescente apenas tuvo tiempo de ilusionarse: así como subió al automóvil, el individuo extrajo un cuchillo y la amenazó de muerte si intentaba escapar.Presa del miedo y consciente de que había escapado de casa rumbo a una peligrosa trampa, a la jovencita no le quedó más que sentarse y conocer las oscuras intenciones del conductor, a esa altura devenido en secuestrador.Según el relato de la víctima, Andrés enfiló con su automóvil hacia Santa Ana y luego a Candelaria.En el trayecto, el conductor se detuvo en varias oportunidades y dio rienda suelta a sus más bajas pasiones: violó a la menor en reiteradas ocasiones.Luego de satisfacer sus más bajos instintos y después de algunas horas, el pervertido condujo de vuelta en dirección a la capital provincial.A pocos kilómetros de la Garita del kilómetro 10, liberó a la adolescente y la dejó abandonada.Completamente mojada por las lágrimas y presa de una angustia indescriptible, como pudo la menor se comunicó con su mamá y le contó lo que había sucedido.Así fue como madre e hija se reencontraron y fueron directamente a la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional I, en el centro posadeño, donde radicaron la correspondiente denuncia.A raíz de las lesiones que sufrió producto de los reiterados abusos, la menor debió ser internada en el centro asistencial. Mientras tanto, investigadores de la Policía provincial buscaban hasta anoche al supuesto degenerado, de quien no se sabe la identidad ni el paradero.
Discussion about this post