El tiempo no cura todas las heridas. A fuerza del dolor debió aprenderlo Franco Benítez?(43). “Tratamos de no ir más. Cada viaje que hacemos a Posadas nos recuerda que él ya no está más. Nosotros somos de Santo Pipó y siempre que íbamos, Abelardo nos recibía. Siempre, siempre. Hoy vamos y él ya no está. Eso es algo que aún no podemos superar”, dice desde el otro lado del teléfono uno de los hermanos de Abelardo Benítez (47), víctima de la imprudencia al volante que también se cobró la vida de Lidia Rodríguez (35).Las palabras de Franco no son ninguna casualidad. Hoy se cumple exactamente un año del siniestro vial que se cobró la vida de su hermano, quien era trabajador del volante y además integrante de la familia de PRIMERA EDICIÓN, y de la mujer de 35 años, quien dejó cuatro hijos a la deriva.Benítez y Rodríguez perdieron la vida de manera absurda alrededor de las 7.30 del domingo 29 de mayo de 2016. El hombre manejaba un remís Renault Sandero que aguardaba detenido el semáforo verde en la intersección de las avenidas Centenario y San Martín de Posadas.De manera imprevista, también por Centenario aunque por la mano contraria, es decir, en dirección al centro, apareció un Toyota Etios que despistó y chocó de frente al auto de alquiler. Benítez sufrió graves lesiones y falleció minutos después en el hospital Madariaga. Rodríguez, pasajera del remís junto a una joven que se salvó de milagro, murió en el acto.El caso conmovió a la ciudad y la provincia. Fue, además, tristemente célebre por tratarse de las dos primeras muertes que tuvieron lugar después de que se aprobara en Posadas la ley de “alcohol cero”. Una paradoja, porque los primeros tests indicaron que el conductor del Etios, Ángel Ramón Martínez (21), viajaba bajo los efectos del alcohol.Dolor que aún golpea“La verdad es que nosotros estamos muy mal todavía. Mi mamá aún está shockeada. Algunos años atrás murió mi papá. Y hace un año perdió a su hijo. Cada recuerdo de Abelardo revive en nosotros cuando vamos a Posadas. Es complicado seguir adelante”, apuntó Franco sobre la angustia que aún siente por la pérdida de su hermano, a quien recuerda día a día: “Ayer justamente estaba con el WhatsApp y sin querer encontré su teléfono. Estaba ahí su cara, tan feliz. Eso me hizo mucho mal, estuve dos días con fiebre”.La voz de Benítez se transforma también en la de Rodríguez a la hora de pedir justicia por el hecho. “Sabemos que lastimosamente la ley es así. Sabés que ese joven va poder seguir manejando. Por eso pedimos que se haga justicia. Que esté al menos dos meses encerrado, que sienta al menos lo mínimo que sentimos nosotros. La verdad es que no sé cómo voy a reaccionar si alguna vez lo cruzo en la calle. No puedo describir en palabras lo que nos hizo. Nos destruyó”, reflexionó Franco.Sin poder contener la bronca por la pérdida, aún vigente pese al paso del tiempo, Benítez recordó a Abelardo como “una persona especial que estaba dispuesta para solucionar los problemas de otros y olvidarse de los suyos. Él podía estar mal, pero nunca te decía nada. Estaba siempre igual, con una sonrisa. Lo queríamos mucho y lo extrañamos. Eso no va a cambiar nunca”.Restan periciasSegún pudo saber este Diario, restan al menos dos pericias técnicas para cerrar la instrucción y elevar la causa a juicio.Ángel Ramón Martínez (21) permanece imputado por el delito de “doble homicidio culposo”, razón por la que el debate será realizado por uno de los dos juzgados correccionales de Posadas.El expediente permanece por el momento en el Juzgado de?Instrucción 3, a cargo del magistrado Fernando Verón. Una de las pericias que se aguardan es la definitiva en cuanto a la velocidad en la que iba el Etios: todo apunta a que habría excedido el límite de 60 kilómetros por hora vigente en la zona.
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