Romy Schneider era increíblemente bella y seductora, pero como otras actrices que destilaron glamour y gloria en la gran pantalla, su vida personal se vio sumida en la desgracia demasiado pronto y ya no supo salir del túnel. "Soy una mujer rota y tan solo tengo 43 años", aseguró poco antes de morir. Sumida en una profunda depresión tras la trágica muerte de su hijo David cuando éste tenía solo 14 años, la actriz que dio vida a la alegre emperatriz Sissi no pudo más y su corazón dijo basta el 29 de mayo de 1982. Nacida como Rosemarie Magdalena Albach el 23 de septiembre de 1938 en Viena (Austria), en el seno de una importante familia de actores, su infancia no fue muy feliz debido al divorcio de sus progenitores y al hecho de que pasara cinco largos años internada en un colegio de monjas. A los 15 años debutó en el cine con "Lilas blancas" y pronto interpretó a la reina Victoria de Inglaterra y a Isabel de Baviera, más conocida como Sissi, en tres filmes que hicieron que actriz y personaje pasaran a la historia más que identificados, mezclados. "Sissi" (1955), "Sissi Emperatriz" (1956) y "El destino de Sissi" (1957), donde trabajó junto a su madre, la catapultaron a la fama internacional cuando era solo una adolescente. Romy se fue afianzando como una de las actrices más importantes y sólidas del cine europeo trabajando a las órdenes de directores de la talla de Luchino Visconti, Claude Chabrol o Claude Sautet, mientras que en Estados Unidos fue convocada por Orson Welles.En lo personal, mantuvo cinco años de pareja con el francés Alain Delon, quien la abandonó e hizo añicos su "cuento de hadas". Luego, su tercera pareja (y segundo matrimonio, ya que con Delon nunca se llegó a casar) se suicidó en 1979 y Romy se sumió en una profunda depresión.El corazón de la actriz se terminó de romper con la muerte de su hijo mayor en un trágico y absurdo accidente el 5 de julio de 1981, cuando resbaló al trepar una reja y quedar atravesado por ella. El 29 de mayo de 1982 a las 7.30 de la mañana, la hallaron muerta en su residencia. Estaba recostada en una silla frente a su escritorio, donde había una carta inacabada de disculpa para anular una sesión de fotos y también una botella de vino vacía y frascos de medicamentos.Oficialmente su muerte se debió a un paro cardíaco, aunque siempre se sospechó que se trataba de un suicidio. No se le hizo la autopsia por expreso deseo de su familia, así que la causa exacta de su muerte siempre estará envuelta en un halo de misterio.Secundario de lujoPor su parte, Dennis Hopper, conocido por dirigir y protagonizar el clásico de culto de 1969 "Easy Rider", falleció el 29 de mayo de 2010 en su casa en Venice (California), debido a complicaciones por un cáncer de próstata.El actor, a quien siempre acompañó la fama de problemático y rebelde, tenía 74 años. Dio sus primeros pasos junto a una de las mayores leyendas de aquel entonces, James Dean, con quien participó en dos de sus cintas, "Rebelde sin causa" y "Gigante", y luego fue forjando su carrera como uno de los intérpretes secundarios más reconocidos de la industria de Hollywood.Fuentes: diarios La Vanguardia y El Mundo
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