Productores de varios distritos marcharon hacia la sede del Servicio Nacional de Calidad, Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), que sigue otorgando licencias para que se importen tomates argentinos, situación que -según afirmaron-, “genera un gran perjuicio” a los labriegos paraguayos.Los manifestantes se reunieron a primera hora de ayer, en el Mercado Abasto de la capital paraguaya y luego marcharon hasta la sede del Senave, a fin de reclamar el incumplimiento de un acuerdo al que habían llegado recientemente con el ente regulador, reflejó el sitio paraguay.com. Los productores sostienen que “se sigue permitiendo el ingreso de tomates argentinos y esa situación les genera una pérdida en los mercados debido a la diferencia en el precio”. Según los labriegos, “la producción local cubre la demanda en todas las épocas del año” y por ese motivo reclamaron que las autoridades cumplan con el acuerdo que establece que “solamente los tomates de producción nacional pueden ser comercializados en los principales mercados de referencia local y nacional”. Se duplicó la importaciónSegún los último datos del Senave, en 2013, eran importadas unas 43.291 toneladas de hortalizas (verduras y legumbres) y esa cantidad fue creciendo cada año hasta llegar a las 85.100 toneladas en 2016.A criterio de los propios productores locales, esto demuestra que existe una mayor dependencia de los alimentos importados, debido a que se fue debilitando la producción local.El presidente de la Asociación de Productores Frutihortícolas (APF), César Velázquez, resaltó que esto se debe a que muchos agricultores abandonaron el rubro con el paso de los años, como consecuencia de varios factores, entre ellos, “la falta de una política para el fortalecimiento de su actividad”.“El productor está desapareciendo debido al costo de la producción. La actividad antes era muy productiva, todo el día salían hortalizas, ahora es apenas semanal”, comentó. Ante este escenario, “los productores y sus hijos migran generalmente a Argentina”, agregó Velázquez, citado por el diario Última Hora.Por su parte, el director ejecutivo de la organización de investigaciones sociales Base, Luis Rojas Villagra, explicó que esto “es consecuencia de la falta de políticas de distribución de la tierra, de diversificación productiva y falta de créditos para los pequeños productores”.Aseguró que el país “pierde soberanía alimentaria, porque pasa a depender de otros países para conseguir ciertos alimentos”.A su criterio, uno de los principales motivos de la merma en la producción local “es la expansión de la superficie de monocultivos, como la soja y el arroz, lo que ocurrió a costa de los rubros de la agricultura familiar campesina”.Además, según denuncian desde Base, “la agricultura mecanizada avanza sobre sus chacras y muchos se ven obligados a vender o alquilar las pocas tierras que poseen”. “Son muy pocos los que consiguen actualmente un trabajo estable, por ese motivo, algunos terminan yéndose a los centros urbanos, como Ciudad del Este, Encarnación, Coronel Oviedo o Asunción. O bien, caen en actividades ilegales”, lamentó Villagra.Fuente: Medios digitales
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