"El hombre es un pedazo de la Tierra", decía Friedrich Ratzel, creador de la AntropoGeografía, queriendo significar que el humano no debería ser desvinculado de sus circunstancias ecológicas: tierra y agua, fauna y flora. Por eso desde siempre, los hombres para paliar sus males ingerían medicamentos provenientes de los vegetales. Los conocimientos eran transmitidos de generación en generación, desde sus remotos antepasados, quienes conservaron sus vidas gracias al mundo vegetal.Con los aportes que brinda la ciencia confirmando o desechando los saberes tradicionales referentes a “los yuyos”, en casi todos los países existe una revalorización de los beneficios de las plantas medicinales. A través de esta columna se irán presentando las mas populares y usadas en estos tiempos.Decimos que las Kalanchoe están en todas partes porque si se presta atención a los canteros de las veredas de nuestra ciudad, la vamos a identificar enseguida, y a darnos cuenta que crecen en abundancia. Dice la Filosofía Perenne que cuando una planta abunda en un lugar es porque viene a solucionar los problemas de las personas que ahí viven.En la foto están tres variedades que son parte del grupo: Kalanchoe pinnata, Kalanchoe daigremontianum y kalanchoe gastonis-bonnieri. Son muy valorizadas en la medicina tradicional de América Latina, Asia y África, pues actúan en forma global dentro del cuerpo por lo que su espectro de acción es amplio. Su aplicación comprende las infecciones y quemaduras, el reumatismo, la hipertensión, cólicos renales, diarreas, inflamaciones, heridas profundas y todos los problemas relacionados con daños celulares incluido el cáncer.La parte utilizada son principalmente las hojas, que tienen un gusto acidulado. Se pueden tomar de forma externa o interna según lo que se desea tratar.Externamente: hojas machacadas en forma de cataplasma, compresa o emplaste; zumo de las hojas con aceite o vaselina para usar como ungüento. Usada así, la planta es antiinflamatoria, antihemorrágica, astringente y cicatrizante.Internamente: hojas crudas en ensalada; zumo fresco (añadir agua para dar más volumen); hojas en infusión.Dosis para uso interno: 30 gramos diarios de hoja fresca en dos tomas. En infusión podemos tomar una antes de cada comida, con una dosis de una cucharadita de postres por infusión, es decir, tres infusiones al día.Recuerde que esta información no sustituye la consulta a su médico de confianza ni pretende ser un tratamiento.Colabora: Hilda GonzalezExperta en Cocina Vegetariana-Veganaclubdevegetarianos@gmail.com
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