Hace un año abría sus puertas el refugio Mburucuyá, proyecto desarrollado por la Coalición Alto a la Trata y Explotación Sexual que trabaja hace casi una década para combatir estos delitos contra mujeres, niños y niñas.El espacio fue construido especialmente en un terreno del barrio Martín Fierro -junto al Ñu Porá de Garupá- gracias a aportes de una fundación bonaerense. Allí se busca brindar seguridad a las mujeres adultas y adolescentes rescatadas de la explotación sexual y que transitan el proceso del juicio. Desde un principio el refugio fue pensado como parte de la comunidad. Es por eso que, bajo la coordinación de su director, Luis Nelli, docente y ex decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones, un equipo de profesionales desarrolla actividades que buscan involucrar a los vecinos. De ese modo, han pasado de desconocer totalmente la problemática de la trata e incluso mirar con algún prejuicio al refugio, a participar en charlas y ofrecerse para colaborar en tareas de limpieza, cocinar, entre otros. “Los mismos vecinos han sido los que alertaron a la Policía que está apostada en el frente de El Refugio sobre la presencia de un auto que no era del barrio y que estaba deambulando por las calles”, señaló a PRIMERA EDICIÓN Claudia Lascano, de la Coalición Alto a la Trata.Lazos sociales El refugio fue inaugurado en agosto de 2014 y en diciembre de ese año recibió a la primera víctima de trata, rescatada de un burdel en Buenos Aires. “Los vecinos primero no entendían mucho, pensaban que era un hogar de niños pero despacito van comprendiendo su función”, indicó Lascano.En el equipo interdisciplinar coordinado por Nelli que se consolidó en enero se comenzaron a desarrollar charlas con la comunidad. En esos espacios empezaron a dialogar y a explicar a los vecinos en qué consiste el delito de la trata, ayudarlos a comprender que no se trata de prostitución “y que el consentimiento, si existiera o no, es invalidado porque son menores, son mujeres, niñas y niños con derechos y oportunidades que no tuvieron”, dijo Lascano.Estas charlas continúan en un contexto cada vez más ampliado con personal del Caps que está a pocas cuadras, con la escuela del barrio, entre otras instituciones. “Es un desafío muy grande para esta comunidad porque nosotros vamos a estar involucrándola en esta nueva reorganización social de estas niñas. Porque ellas van a tener que ir a la escuela, ir al parque a jugar, a hacer las compras, a hacer la tarea con sus compañeras de escuela. Entonces esta comunidad tiene el desafío de construir esas redes sociales para que estas chicas se preparen para la vuelta a sus casas”, señaló. Inserción laboralEl desempleo y la situación de vulnerabilidad social y económica a las que están expuestas las mujeres y niñas son las que las hacen blanco fácil de las redes de trata. Tras ser rescatadas, en paralelo con el juicio, comienzan un proceso de reinserción social que se plasma no solo en las redes sociales mencionadas más arriba, sino que también debe estar acompañado del acceso a un trabajo digno.En esto también trabaja la Coalición en articulación con la Gerencia de Empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación que tiene un programa especial para víctimas de trata. Ya se han sumado algunos empresarios locales pero harían falta muchos más. “Sostenemos que cada niña tiene sus herramientas, puede elaborar sus propias posibilidades de resiliencia (es la capacidad de sobreponerse a situaciones límite), de afrontar y llevar adelante el desafío de volver a construir su vida”, indicó Lascano. En este proceso, “otorgarles un trabajo en forma más rápida es, sin duda, romper con las vulnerabilidades, romper con el estigma de estas chicas y darles las oportunidades para que puedan empezar a reconstruir sus vidas desde estas vivencias relacionadas con el mundo laboral”, agregó invitando a que más empresarios se acerquen a la Coalición para ofrecer puestos laborales. “Las víctimas son personas vulnerables que estuvieron en una red de trata, y tras ser rescatadas, si la vulnerabilidad persiste, es más fácil volver a entrar a las redes. Entonces si las respuestas no se dan en forma rápida corremos el riesgo de que no puedan salir nunca más de estas redes”, recalcó.Respaldo de abogadosLascano integra un pequeño equipo que se ocupa del seguimiento de las causas judiciales, investiga y trabaja articuladamente con la Justicia y la víctima. La abogada Beatriz Tesei participa en este equipo. “Tenemos muy pocos abogados colaborando y realmente es muy necesario para el seguimiento de las causas. Los juicios orales duran mucho, se pueden seguir aportando informaciones, datos y una vez que terminen, ahora está la posibilidad (en base a la modificatoria de la ley 26.364) de hacer un juicio civil para el resarcimiento de las víctimas y para eso necesitamos abogados que estén ofrecidos a trabajar con esto”, recalcó.Temas pendientesLa Coalición Alto a la Trata se comenzó a conformar en 2006, con participación de diversas ONGs vinculadas al tema. Pasaron cerca de diez años y en el balance se encuentran avances y retrocesos. “Se ha avanzado mucho en el trabajo con la Justicia Federal pero en la Justicia Provincial si bien sabemos que hay una ley de Tolerancia Cero a la explotación sexual, no hemos tenido avances”, indicó Lascano. “Vemos que como provincia cuando la explotación sexual se da en contexto de trata y es fuera de Misiones, la podemos asumir, pero cuando el cliente y la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes se hace en nuestras tierras, nos cuesta mucho confrontar con esa realidad”, agregó señalando que las redes de este delito siguen creciendo en torno a casinos, carreras, grandes eventos, zonas turísticas y congresos y están vinculados al lavado de dinero y la droga.Destacó la excelente articulación que han estado logrando con el fiscal federal Jorge Campitelli y con el titular de la Procuraduría para el Combate de la Trata y Explotación Sexual de Personas (Protex), Marcelo Colombo. Y señaló que poco a poco la sociedad también está comenzando a comprometerse con la problemática lo cual ha sido posible gracias a distintos factores: La Ley de Educación Sexual Integral en las escuelas, los medios de comunicación y los espacios académicos (como la cátedra abierta a cargo de la especialista Eva Giberti, desarrollada en la FHyCS) donde se ha ido revisando esta forma de violencia contra las mujeres que persiste y se acentúa amparada en una sociedad con una marcada desigualdad de derechos entre hombres y mujeres, donde el hombre impone su voluntad sobre las mujeres y niños.“Revisar estas cuestiones ayuda a entender que la violencia contra las mujeres va mucho más allá de los golpes porque hay un discurso que es desigual y que es el que permite que el hombre pueda usar y abusar del cuerpo de una mujer. A eso nos referíamos en 2006 cuando salimos a la calle diciendo que ‘sin
clientes no hay trata’”, explicó Lascano. Un marcado retrocesoEntre los antecedentes más dolorosos y que más han atentado contra los avances judiciales en esta lucha contra la explotación sexual infantil y trata, Lascano recordó el caso de la combi de avenidas Comandante Espora y Uruguay de Posadas. A plena luz del día, en un vehículo en apariencia abandonado, niños y niñas eran sometidos a violaciones, en el marco de una red en que estaban involucrados remiseros, familiares y otros. El caso se conoció en 2012 y trascendió a nivel nacional. “Ese juicio fue con muchísimas pruebas y declaraciones y a un año fue desestimada la causa. Se intentó apelar pero todo quedó en la nada y sin dudas esa estructura delictiva sigue funcionando y siguen explotando a menores”, dijo Lascano. Como efecto colateral, estas decisiones que dan cuenta de funcionarios judiciales “que tienen cabezas patriarcales muy retrógradas que no pueden entender que esto es un delito”, lo que hacen es frustrar mucho a todos los que participaron y se comprometieron, denunciaron como testigos “y hace que esa sociedad que quiere denunciar, deje de hacerlo”, alertó Lascano.
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