Antes de dedicarse a la política, donde llegó a lugares relevantes como el actual, Oscar Herrera Ahuad fue médico rural, donde aprendió la importancia del rol de los servidores públicos. Hizo la especialidad de residente en el Samic de Eldorado; fue médico del hospital de San Pedro que luego dirigió; director de Zona Noreste que abarca desde Andresito hasta El Soberbio durante dos años; después subsecretario de Salud desde 2009 a 2011 año en que asumió como Ministro. Y en 2015 llegó a la Rosadita como Vicegobernador.En un mensaje al Gabinete como a sus colaboradores, que coincide con los dichos de Hugo Passalacqua, Herrera Ahuad afirmó que “me cuesta mucho estar sentado en mi despacho, me veo raro, a veces es obligatorio estar por cuestiones administrativas, prefiero recorrer los barrios y estar con la gente, ver las necesidades para poder solucionarlas. Siempre trabajé fuerte en el aspecto social y ahora más que nunca, con el Plan Mamá, con los núcleos sanitarios y con la asistencia a los discapacitados estamos todo el tiempo en contacto con los vecinos”.En su ámbito, tiene a cargo la Multilateral de Políticas Sociales; la Universidad Popular de Misiones; el Consejo Provincial de Discapacidad; el Infogep; la Defensoría del Niño, Niña y Adolescente; y el Observatorio de Políticas Sociales.Será por su formación y espacios institucionales que ocupó que en la entrevista con PRIMERA EDICIÓN puso mucho énfasis en “la salud pública de Misiones” a la que consideró “está entre las mejores del país y nos cuesta muchísimo mantener ese nivel de calidad”.“Mi tarea ahora como Vicegobernador no me desentiende de la Salud Pública, al contrario, estoy más pendiente que cuando era ministro. Pero trabajamos mucho en el aspecto social y en la salud. En los dos rubros tenemos muy buenos equipos. Nosotros estamos todo el tiempo pensando en cómo mejorar la salud, cómo atender mejor a la gente, cómo evitar que pierdan tiempo sacando turnos. Pensamos en eso desde que nos levantamos hasta que nos acostamos y eso está marcando la diferencia”, agregó el médico pediatra.Herrera Ahuad se encargó de destacar a sus compañeros de gestión como el actual ministro, Walter Villalba y el subsecretario, Martín Cesino, quienes integran “una nueva generación de médicos con fuerte vocación social y militancia política”.Prepagas costosas Por la llegada de paraguayos que encuentran en Posadas mejores servicios de salud que en la zona de Itapúa; por la deficiencia en la atención de obras sociales como el Pami que hicieron que muchos afiliados comiencen a buscar respuestas en el Madariaga y otros Samic del interior; por el alto costo que tienen las prepagas para los trabajadores y sus familias, el sistema público sanitario debió contener a miles de personas que se sumaron a las que no cuentan con una cobertura social.Al respecto, el vicegobernador Herrera Ahuad manifestó que “ninguna provincia del país hace tanto esfuerzo humano y económico como la nuestra, para atender de la mejor manera a la población. Nos cuesta muchísimo. Siempre hay cosas por mejorar y siempre encontraremos críticas porque faltan cosas, pero el que conoce el sistema de salud de otros países o de otras provincias sabe que hay dos tipos de salud: la salud prepaga que es muy costosa y la salud pública que es muy deficiente”.Recordó que “para colmo, este año venimos absorbiendo muchos pacientes de las obras sociales nacionales que se atendían en sanatorios privados y ahora se están volcando a nuestro sistema público provincial porque se sienten mejor atendidos”.Poner la caraEl vicegobernador Oscar Herrera Ahuad destacó que en la gestión y en la política, “lo más importante de todo, es que ponemos la oreja y ponemos la cara en los barrios, en las picadas y en el interior para estar cara a cara, nos gusta que nos digan lo que está bien y lo que está mal. Sabemos escuchar y esa facultad nos permite corregir algunas cosas, mejorar otras y solucionar lo que nos piden”. Consultado sobre cómo es su relación con el Gobernador, respondió que hacen “una dupla de trabajo muy activa y sentimos que la gente nos pide esa actitud”.Agregó que “a mí me parece que hacemos una dupla exacta porque tenemos una forma de trabajar muy parecida, enfocada en lo social, en lo cotidiano, en las pequeñas cosas que el misionero necesita día a día”.
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