El tiempo desenmascara en nuestras vida, todo aquello que creíamos verdadero, así la realidad queda expuesta como una fría espada que atraviesa nuestra percepción, y comenzamos a comprender todas esas situaciones que nos causaron dolor. Es así que comprenderemos la verdad del amor a través de una mentira que nos llevará al abismo del dolor y a la redención para que disfrutemos de lo verdadero y sincero. El deseo me enseñó, que a través de la hoguera de tu cuerpo, con el tiempo comencé a sentir el frío invierno de tu ausencia y me mostró al olvido como el mejor abrigo. El amor me enseñó que a través de perderte, me encontraría aún enamorado, llevando tu mirada en algún recuerdo, pero con la voluntad necesaria para comenzar de nuevo.Aunque más aprenda, el alma enamorada nunca se convertirá en sabio, porque el amor será siempre cambiante y lo que ayer fue real a través de tus ojos, hoy se encuentra en la oscuridad del pensamiento.Así es como cambian las cosas, si al pensar en ella ya no siento celos: ellos crecieron y se transformaron en deseos de que encuentres a alguien quien te ame y que a través de su ojos descubras, lo que viste una noche en mi mirada.La vida es un constante aprendizaje, donde siempre las buenas intenciones chocarán con el desamor de tus palabras, que a través de su indiferencia dirán otras vez: que entre vos y yo, no existe nada. El tiempo nos enseña que lo más importante es una oportuna sinceridad, y no aquella sonrisa complaciente que esconde una pequeña daga me atravesará el corazón enamorado de cualquier noble caballero. Pero la vida siempre tendrá una respuesta necesaria, esta se presentará y mostrará que a través de la oscuridad del olvido, siempre se hallará oculta la claridad de un nuevo amor, que no vendrá para olvidar o remplazar un viejo amor, sino que nos enseñará a valorar a la persona que está en frente o la soledad que nos protege. El amor como la vida, nos muestra que a través de aquel vestido mojado en una tarde de lluvia se puede contemplar no sólo el deseo, sino también esas gotas que dibujaban una sonrisa sobre un bello rostro cuando decía ese amor que sentía por aquella persona que siempre fue su refugio y compañía.Es así que a través del silencio se puede escuchar la voz de aquella mujer contando sus verdades, y que el tiempo se encargo de desnudarlos para que huyan rápidamente y se pierdan detrás de las colinas del perdón y el olvido. A veces, la vida tiene esa forma severa de mostrar lo real de las cosas, muchas veces, lo que se manifiesta como un mundo lleno de color y alegría, pronto se transformará en un gris y silencioso rincón, donde las victimas del desamor se encontraran para refugiarse. Incluso, las cosas se verán más claras a través de un trago amargo, que liberará todo el enojo y la decepción que produce un desengaño. La vida nos enseña que sólo se podrán levantar aquellos que se encuentran en el suelo y que volverán a respirar los que se ahogaron en sus lágrimas de desconsuelo. A través de estas palabras, el enamorado puede decirle a ella que aún le hace falta, pero su cariño es tan grande que no puede impedir que ello extienda sus alas para partir a un horizonte cargado de esperanzas. A veces, la vida es encontrarla en un camino, cuando se transita despacio y tranquilo, disfrutando del paisaje, sin buscar el amor, ese alma llegará sin darse cuenta hasta el horizonte más lejano. Otras veces, el amor se encuentra en una sonrisa traspasa el alma con la promesa de volver a cuidarlo y a través de ella volverá a sonreír con el anhelo de encontrar nuevamente la felicidad. Al leer estas palabras, ella no dirá nada, y a través de su silencio viajará con él a ese mundo imaginario para impregnarlo de realidad y así descubrir juntos, que su historia, aún no estaba escrito, porque después de todo lo sufrido comenzarán a escribir su propio destino.PorRaúl Saucedo [email protected]
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