En 2015, más de un millón de migrantes, en gran parte sirios huyendo de la guerra en su país, llegaron por mar a Grecia e Italia en la mayor crisis migratoria en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial.Para enfrentar esa importante llegada de migrantes, los 28 aprobaron en septiembre de ese año dos decisiones para repartirse en base a cuotas hasta 160.000 solicitantes de asilo llegados a ambos países mediterráneos, en el plazo de dos años.Hungría y Eslovaquia, que junto a República Checa y Rumanía se mostraron contrarios a este plan que debía encarnar la solidaridad europea, pidieron al Tribunal de Justicia de la UE su anulación, al considerar que hubo vicios de procedimiento y cuestionar su eficacia.Sin embargo, en una esperada sentencia contra la que no cabe recurso, el alto tribunal con sede en Luxemburgo desestima "en su totalidad los recursos interpuestos" y considera que el plan "contribuye de forma efectiva y proporcionada" a hacer frente a la crisis migratoria, indicó el TJUE."Aplicar la solidaridad en su totalidad""Es hora de trabajar en la unidad y de aplicar la solidaridad en su totalidad", celebró en un tuit el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, máxime cuando, a punto de cumplirse los dos años del plan, sólo 27.645 refugiados se han reubicado hasta el 1 de septiembre desde Grecia e Italia.Y el objetivo inicial es en la práctica inalcanzable. Según la Comisión Europea, sólo unas 5.000 personas en Grecia y algunos miles en Italia cumplirían con los requisitos para su reubicación, es decir, ser demandantes de asilo con posibilidades de obtener protección.De las 160.000 reubicaciones previstas inicialmente, un tercio aproximadamente se asignó al pacto firmado en marzo de 2016 con Turquía. En virtud de este acuerdo, los países europeos acogieron 8.815 refugiados sirios presentes en suelo turco hasta el 31 de agosto de 2017.Los grupos de los Verdes y de la izquierda radical en la Eurocámara celebraron la decisión del alto tribunal. "Ya no hay excusas. Cualquier Estado miembro que rechazó reubicar solicitantes de asilo debe hacerlo ahora o atenerse a sanciones", señaló en un comunicado Ska Keller, eurodiputada de los Verdes.Decisión irresponsable La acogida de refugiados abrió una nueva crisis en el bloque entre Bruselas y países como Polonia y Hungría, en el punto de mira del ejecutivo comunitario en otros asuntos como la reforma del sistema judicial polaco o la ley de oenegés húngara.Ante la negativa de Polonia y Hungría a acoger solicitantes de asilo presentes en Italia y Grecia, y la insuficiente reubicación por República Checa, Bruselas decidió abrir procesos de infracción contra estos tres países, que podrían saldarse con duras sanciones económicas."La decisión del Tribunal de Justicia de la UE es irresponsable" y tiene un carácter "político", declaró a los periodistas el canciller húngaro Peter Szijjarto, añadiendo que Budapest continuaría "luchando" contra cualquier cuota.Símbolo de su dura oposición, Hungría decidió construir en el verano de 2015 una valla en su frontera con Serbia y Croacia para evitar la entrada por tierra de migrantes y refugiados, y parte de cuyo coste de construcción pidió a Bruselas que asumiera.En una carta al primer ministro húngaro, Viktor Orban, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, rechazó el abono de la mitad de los 800 millones de euros del costo, recordando a Budapest su deber de "solidaridad" europea y sus obligaciones en materia de crisis migratoria.Fuente: Agencia de Noticias AFP/NA
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