La <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/255564/salio-a-robar-con-el-arma-reglamentaria-de-su-esposo-policia-los-dos.html">mujer detenida bajo sospechas de perpetrar un violento intento de asalto en San Vicente con el arma reglamentaria de su pareja</a>, un policía de 30 años que también permanece tras las rejas, rompió el silencio ante la Justicia y se declaró culpable, tras lo cual desligó al uniformado del episodio al asegurar que le robó la pistola para cometer aquel ilícito.Así lo pudo saber PRIMERA?EDICIÓN mediante sus fuentes, quienes indicaron además que, sobre los disparos contra las víctimas que milagrosamente no dejaron heridos, la joven de 28 años indicó que “se les escaparon” en medio del forcejeo con las dueñas de casa.La mujer permanece tras las rejas a disposición del magistrado Gerardo Casco, titular del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente.La indagatoria a la joven se desarrolló durante la mañana del miércoles. En principio, Casco imputó a la mujer por el delito de “robo calificado por el uso de arma de fuego”, tras lo cual, consultada por el juez de la causa, decidió romper el silencio.La detenida confesó el intento de asalto armado a una mujer de 75 años y sus dos hijas, sobre calle Alfredo Palacios casi María Eva Duarte de Perón, en el barrio Jardín de San Vicente, el último viernes por la mañana. Dijo que fue ella quien entró a robar “arma en mano” y relató cómo se vio sorprendida al encontrarse en uno de los pasillos con una de las víctimas.Consultada por las autoridades presentes sobre por qué gatilló al menos dos veces, la mujer dijo que lo hizo de manera accidental, en razón de que se trabó en lucha cuerpo a cuerpo con las víctimas.Finalmente, con respecto al arma utilizada y al grado de participación de su pareja, un suboficial con prestación de servicios en la Unidad Regional VIII de San Vicente, la mujer intentó desligar al mismo, al asegurar que simplemente le robó el arma reglamentaria. Posteriormente dijo que el policía no tenía ningún tipo de relación con el hecho. No obstante esa declaración, hasta ayer los dos permanecían tras las rejas. Es que la Justicia continúa con la lupa sobre ambos, a sabiendas de que la testimonial pudo reflejar lo que realmente sucedió o, al contrario, tratarse apenas de una estrategia para deslindar de responsabilidades al uniformado. Todo es materia de investigación.Es en ese sentido que el magistrado Casco ordenó una serie de pericias a los fines de determinar lo que sucedió. Por eso se solicitó la realización de un examen de parafina, junto a pericias a la pistola nueve milímetros secuestrada y a las cámaras de seguridad de la zona, que habrían captado los movimientos de la mujer.Tal como PRIMERA?EDICIÓN informó en exclusiva, el episodio sucedió alrededor de las 6 del último viernes en la misma cuadra de la Comisaría de la Mujer, donde la propietaria de 75 años y sus dos hijas, de entre 40 y 50 años, descansaban.Al parecer, una de ellas se levantó para sacar a pasear al perro. Y en pleno pasillo se cruzó con una encapuchada armada, quien intentó reducirla. La delincuente no logró hacerlo. Es que esa víctima inició una resistencia a la que posteriormente se sumaron su hermana y su propia madre.En medio de esa lucha fue que la ladrona disparó al menos dos veces. Uno de los proyectiles rozó la cabeza de una de las víctimas, mientras que otro fue a parar en la pared de una casa vecina. Sin chances de seguir adelante, la mujer escapó a la carrera, sin darse cuenta que había perdido las llaves de la moto en la que había llegado. Ese “manojo” resultó luego clave para llegar a ella.
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