En julio de 2016 UPM, que ya cuenta con una planta de celulosa en el departamento de Fray Bentos, en el oeste de Uruguay, le comunicó al Gobierno que encabeza Tabaré Vázquez su interés en instalar una segunda papelera, de mayor porte que la anterior y con una capacidad de producción que rondará los dos millones de toneladasEl acuerdo marco de inversión entre el Estado uruguayo y la empresa UPM establece todas las condiciones necesarias para que se confirme la instalación de la segunda planta de celulosa de esta empresa en el país. Sería la tercera de este tipo que se construiría en Uruguay. Ahora se inicia un proceso de estudio y seguimiento sobre los avances en las obras de infraestructura, y condiciones jurídicas que fueron plasmadas en el memorándum.Este proceso llevará un año y medio, o dos. La fecha límite para que los inversores definan si construyen la fábrica o no, es febrero de 2020. Semanas antes de que finalice el período de gobierno del presidente Tabaré Vázquez.De no tomar la decisión en ese plazo, caerá todo el acuerdo y las partes deberán volver a negociar todos los puntos con el nuevo mandato que asuma a partir de marzo de 2020.Por eso el comunicado oficial de UPM —redactado en Helsinki, Finlandia— habla de "una potencial inversión en una planta de celulosa". Sin embargo ambas delegaciones son "altamente optimistas" en que se llegue "en tiempo y forma" a cumplir todos los requerimientos necesarios para viabilizar la inversión. Así lo transmitió un alto funcionario del gobierno uruguayo a El País en la noche de este martes."El presidente Vázquez nos pidió expresamente que pongamos todos los mayores esfuerzos para que se termine de confirmar la construcción de la planta", dijo la fuente. El funcionario agregó: "Se está trabajando con gran profesionalismo y cautela. Y no hay duda que este es un proyecto bueno para el Uruguay, no es un capricho del gobierno. Los frutos los verá el próximo mandato", dijo.El gran pezEn el contrato de inversión publicado en el portal oficial de Presidencia de la República, se estima que el nuevo proyecto de UPM incrementaría "de forma permanente" el Producto Interno Bruto (PIB) en unos dos puntos porcentuales."Generaría nuevas exportaciones agroindustriales en el entorno de US$ 1.000 millones al año, con una recaudación de tributos aproximada de US$ 120 millones", agrega. Pero a su vez el proyecto generará un promedio de 3.000 puestos de trabajo con picos de 5.000 durante la construcción de la planta. Una vez esté operativa serán 4.000 puestos de trabajo directos, dice el contrato.Pero para llegar a esto, el Estado uruguayo deberá hacer bien los deberes. La clave pasa por la infraestructura. Así lo dejó claro la delegación de UPM durante las decenas de reuniones que mantuvieron con el gobierno.Fuente: Medios digitales
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