Para no generar sospechas, el hombre de 34 años se sentaba frente a los cajeros con bebidas, simulando estar ebrio. Sin embargo la Policía ya sabía de sus andanzas y durante los últimos días lo buscó, hasta que el sábado fue arrestado, en Sarmiento y Junín.Se presume que insertaba una barra metálica en los cajeros automáticos y de este modo obstruía la salida del dinero. En su poder tenía una banda metálica gris con adhesivo y un destornillador plano.
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