El juicio oral y público por el doble crimen de Sixto Giménez (60) y Josefina Villaba (43) en Colonia Victoria debía comenzar la semana pasada. Sin embargo, debió suspenderse ante una insólita “revelación”: el acusado, de 47 años, asegura que se comunica con las víctimas desde el más allá.La llamativa situación tuvo lugar días atrás ante las autoridades del Tribunal Penal 1 de la Tercera Circunscripción Judicial, con asiento en Eldorado. En una de las audiencias previas al debate, el imputado por el doble homicidio aseguró que “habla” con las personas a las que habría asesinado. Según pudo saber PRIMERA?EDICIÓN, la singular circunstancia obligó al representante del Ministerio Público Fiscal, Federico José Rodríguez, y a los magistrados María Teresa Ramos, Lyda Gallardo y Ángel Atilio León a solicitar pericias psiquiátricas para saber si el acusado se encuentra afectado por algún tipo de enfermedad mental. Si bien no trascendieron mayores detalles, este Diario pudo saber que el imputado aseguró mantenerse en contacto con Giménez y Villalba. Pero, llamativamente, el hombre no dijo cuáles eran los temas que abordaban en esas supuestas charlas. E incluso refirió también mantener contacto con otros entes extraterrenales.Así las cosas, lo cierto es que el tribunal resolvió no fijar nueva fecha de debate hasta tanto lleguen los informes médicos. Sucede que esos resultados serán determinantes para establecer el grado de imputabilidad del acusado, es decir, si se encuentra en condiciones mentales de afrontar un juicio y entender lo que se le acusa de haber hecho.Drama en el puebloEl doble crimen que se le imputa al acusado tuvo lugar minutos después de las 9 del lunes 10 de agosto de 2015 en una vivienda del barrio Cooperativo de Colonia Victoria, unos diez kilómetros al norte de Eldorado.En ese lugar Giménez desayunaba cuando fue sorprendido por el homicida, quien saltó un pequeño cerco de vegetación munido de un rifle. Todo indica que, sin mediar palabras, abrió fuego contra el dueño de casa, quien recibió un disparo a la altura del tórax que le perforó el corazón.Tras abrir fuego contra su vecino, el autor fue en busca de su próximo objetivo. A pocos metros se hallaba Josefina Villalba (43), junto a su marido de 45 años y a su hija de 10, con quienes había llegado desde Paraguay unos días antes.No está claro aún por qué fue tras más vidas, teniendo en cuenta que se presume que solamente mantenía una disputa monetaria con Giménez por la construcción de un baño que, según él, nunca cobró.Lo cierto es que, al observar el escenario, la mujer y su familia corrieron hacia la calle. El autor recargó el arma y disparó. Josefina recibió un plomazo en la espalda, cayó al asfalto y resistió con vida cerca de tres minutos. Nada pudo hacer su marido, quien continuó el escape junto a su hija hasta esconderse en una zona de monte.Testigos aseguran que se escuchó un tercer disparo. Los uniformados no descartan que haya sido un escopetazo dirigido contra el atemorizado padre y la nena. Efectivos de la comisaría local y de la Unidad Regional III?de Eldorado no tardaron en llegar a la escena y apresar al sospechoso, que no se resistió. Ante los uniformados, apenas alcanzó a decir unas pocas palabras, inentendibles. Creen que trató de justificar la masacre con la versión de la deuda.
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