"Hay que hablar de plata e independencia", disparó el diputado electo y expresidente del Colegio de Abogados de Misiones, Isaac Lenguaza, cuando fue consultado por PRIMERA EDICIÓN sobre la reforma judicial. “En ningún caso creo que haya que apuntar a los trabajadores como el problema. No es casual este enfoque desde la Nación: están buscando consenso y aval popular para la reforma laboral poniendo a trabajadores contra trabajadores” agregó el futuro legislador provincial del Partido Agrario y Social, quien asumirá su banca el próximo 10 de diciembre. En Misiones, particularmente, Lenguaza dijo que “si queremos hablar de mejoramiento de la Justicia tenemos que plantear una Ley que posibilite un porcentaje mínimo del presupuesto general de gastos y recursos para cada año que le permita al Poder Judicial cubrir sus necesidades y planificar su crecimiento. Es una de las metas que tengo al llegar a la legislatura: buscar los consensos necesarios para que esa Ley se apruebe y la Justicia se maneje al menos con el 7 por ciento del presupuesto total de la provincia”. “Nuestra Justicia necesita por lo menos redoblar su infraestructura para responder de manera acorde a la demanda, pero con el 3% del presupuesto es imposible. Los juzgados son insuficientes y ese es el núcleo del problema. El fuero laboral que sí funciona, es porque tiene cuatro juzgados en Posadas y dos salas. En cambio, el fuero de familia hace agua por todos lados y los civiles están abarrotados. La informatización fue dando posibilidades de comodidad y practicidad pero tampoco solucionó la mora. El Poder Judicial no puede estar dependiendo del Poder Ejecutivo para el aumento de partidas. Ese es el primer gran tema que resolver si queremos independencia, que es fundamental para tener una Justicia confiable. No poner esta realidad sobre la mesa y apuntar a los trabajadores es la salida fácil”, agregó.Respecto de algunas de las propuestas, como el cambio de horarios de trabajo de los empleados, el doble turno o el achicamiento de las ferias, Lenguaza solo coincide con la posibilidad del doble turno, siempre que se respeten los derechos adquiridos de los trabajadores: “Ningún cambio bueno puede surgir de una medida mala. Y avasallar derechos en pos del cambio es definitivamente malo”, finalizó.
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