Los hermanos Gordo?(37) y Vando?(32) explotaron dos cajeros en Tabaí, a 70 kilómetros de Porto Alegre, el 20 de ese mes. Días después se tirotearon con la Policía en Veranópolis, donde cayó -armada- la mujer de uno de ellos.
El derrotero que terminó cerca del mediodía del miércoles en Paraje El Botón, a 32 kilómetros de El?Soberbio, en realidad, tuvo inicio hace poco más de dos meses y a más de 442 kilómetros, en Rio Grande Do Sul. Es allí donde comenzó la persecución de los dos hermanos brasileros que fueron detenidos por la Policía provincial cuando se ocultaban a escasos metros del río Uruguay.
Tal como PRIMERA?EDICIÓN informara, Gordo?(37) y Vando?(32) cayeron junto a una mujer de 26 años alrededor de las 11.30, tras una redada llevada a cabo por unos 40 efectivos de distintas dependencias. No tuvieron tiempo de reacción, pero bien podrían haberse resistido: en su poder se secuestró un pan de explosivos, un fusil de asalto calibre 5.56, un rifle y una pistola.
También tenían pasamontañas, guantes y otros tantos elementos utilizados en por lo menos 45 golpes contra bancos y cajeros de Brasil, hechos por los que permanecían prófugos. Justamente ese trasfondo es al que este Diario pudo acceder gracias a sus fuentes en el país vecino, quienes confirmaron el derrotero de los hermanos hasta su caída en suelo argentino.
Los revientacajeros
Las sospechas de la Policía Civil brasilera sobre Gordo y Vando se iniciaron varios años atrás. No obstante, fue en la madrugada del miércoles 20 de septiembre pasado que pudieron identificarlos en un nuevo hecho y comenzar a seguir sus pasos de manera fehaciente.
Fue alrededor de las 1.30 que las cámaras de seguridad del banco Banrisul de Tabaí, a 70 kilómetros de Porto Alegre, registraron el brutal ataque de cuatro hombres que portaban armas largas y que arribaron al lugar en una Renault Duster blanca, dinamitaron los dos cajeros y escaparon con un monto de dinero en efectivo que nunca se confirmó. El sector de cajeros de la entidad financiera quedó totalmente destruido, tal como se observa en la imagen de la infografía que acompaña esta página.
Mediante esas imágenes y el entrecruzamiento de datos fue que los investigadores obtuvieron una pista: al menos dos de esos malhechores se ocultaban en una chacra del Paraje Nossa Senhora da Gloria, en Veranópolis, a 131 kilómetros de Tabaí.
Tal como sucedió el miércoles en El Soberbio, los hermanos se ocultaban en un sector rural y se hacían pasar por trabajadores del campo. No engañaron a los policías, que arribaron en un megaoperativo alrededor de las 18 del sábado 30 de septiembre, es decir, diez días después del robo en Tabaí.
Surge del expediente judicial -ni más, ni menos- que se sustancia ante la Justicia brasilera que los uniformados fueron recibidos a los tiros por los hermanos, quienes lograron escapar por los fondos de la chacra hasta perderse en el monte.
No obstante, el allanamiento fue noticia en los medios de Brasil en razón de que en la escena fue detenida una joven de 29 años junto a su beba, de solo 5 meses. La mujer tenía a disposición una pistola cargada y lista para su uso.
Para la Justicia, esa joven forma parte de la organización y es, incluso, pareja de uno de los hermanos. En el lugar se secuestró la Duster blanca, un Toyota Corolla y, vaya casualidad, varios elementos que ahora encuentran explicación con las incautaciones realizadas en El Soberbio: 220 municiones calibre 5.56, 108 proyectiles calibre nueve milímetros, guantes, pantalones similares a los utilizados por las fuerzas militares, clavos miguelito, dinamita y espoletas utilizadas para activar los explosivos.?También había chalecos antibala -similares a los secuestrados en Misiones- e incluso radios portátiles.
Una fuga de 442 kilómetros
Más allá del intercambio de balazos, los últimos en ver a Gordo y Vando en suelo brasilero no fueron justamente los detectives. Los hermanos se escabullaron por la espesa vegetación del Valle del río de los Sinos hasta salir a un camino terrado en el que encañonaron a dos vecinos de la zona.
Mediante el uso de la fuerza, la dupla obligó a sus rehenes a conducirlos en camioneta hasta Teutonia, a 92 kilómetros de Veranópolis, donde finalmente fueron liberados. Nada más se supo de los hermanos, más allá de que información de inteligencia brasilera informó a sus pares argentinos sobre el presunto cruce del río Uruguay de la dupla, ya acompañada por quien sería pareja del otro hermano.
No se equivocaron: en un despliegue de proporciones, los tres finalmente fueron detenidos en Paraje El Botón. Allí vivían y simulaban trabajar la chacra, tal como cuando fueron sorprendidos en el Paraje Nossa Senhora da Gloria, cerca de Veranópolis.
Armas de guerra y explosivos
Tal como se informó, la principal sospecha apunta a que el trío llegó a Misiones con el objetivo de ocultarse. No obstante aquello, las autoridades provinciales no descartan que pudieran estar en plena preparación de un golpe en la zona. El antecedente del robo al banco Macro de El Soberbio, el 2 de febrero de 2015 y donde un grupo armado brasilero ejecutó al policial Omar Ballesteros, aún está vivo en los pobladores de la zona.
En ese sentido, una versión que trascendió ayer indicaba que el trío podría estar vinculado a un robo calificado perpetrado en esa localidad semanas atrás. Al respecto, se supone que llegaron a Misiones hace dos meses, es decir, días después del tiroteo en Veranópolis.
A la espera de que la diplomacia resuelva cómo será el traslado de regreso a Brasil, el trío permanece alojado bajo fuerte custodia, a disposición del magistrado Gerardo Casco, titular del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente.?
Justamente, antes de cualquier movimiento de extradición o expulsión, el magistrado debe tomarles indagatoria e imputarlos por el delito que, por lo menos hasta ahora, parece ser el único que quebrantaron en el país: tenencia y portación de armas y explosivos.
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