Ricardo Kousin (64) irrumpió en la casa de Marta Carvallo (43) y desató la tragedia. El joven de 24 años se escondió en el sanitario junto a la nieta de la mujer y logró sobrevivir.El horror en primera persona fue lo que vivió en la tarde del sábado un joven de 24 años, quien detrás de una puerta escuchó cómo era asesinada su novia, todo frente a la nieta de 4 años de la víctima fatal, a quien salvó de lo peor tras arrastrarla al baño para esconderse.
Un exgendarme, autor de la masacre, se quitó la vida tras el crimen.
El drama se vivió cerca de las 15.30 en el barrio Boatini de Villa Bonita, en el municipio de Campo Ramón, por la ruta provincial 103 y a unos veinte kilómetros de Oberá.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Ricardo Kousin (64) y Marta Rosa Carvallo (43), quien recibió un único disparo que le provocó la muerte en el acto.
Según pudo saber PRIMERA?EDICIÓN, a esa hora Carvallo compartía la tarde junto con un joven de 24 años, quien sería su actual pareja, y su nieta, de 4.
Al parecer, en determinado momento se presentó frente a la vivienda Kousin, un gendarme retirado con el que la dueña de casa había mantenido una relación que se cortó meses atrás.
Los investigadores creen que el hombre recorrió en transporte público los cuarenta kilómetros que separan San Martín de Tours, donde vive, de Villa Bonita. Apenas llegó, comenzó a insistirle de forma agresiva que se debían una conversación.
Siempre al decir de la pesquisa, al notar la situación de extrema tensión, Carvallo le habría pedido calma al exgendarme, tras lo cual ingresó a su domicilio y exigió al joven que se escondiera en el baño junto a la niña que cuidaba para evitar cualquier inconveniente.
No se sabe si, entonces, invitó a pasar al recién venido. O si por el contrario, Kousin ingresó a la fuerza al inmueble. Lo único cierto es que una vez que el hombre entró a la casa, se escucharon al menos dos disparos.
De la reconstrucción realizada por los efectivos de la comisaría local surge que, en el sanitario, el joven escuchó atentamente la secuencia, luego aguardó algunos minutos y finalmente resolvió salir. Cuando lo hizo, descubrió un cuadro que jamás olvidará. A un lado, la mujer se encontraba sin vida, sobre un charco de sangre. Al otro, el exgendarme, de igual manera.
El principal testigo del hecho corrió hasta la casa de un vecino, quien fue el que dio aviso a la Policía. Los uniformados no tardaron en llegar y confirmar el horror que habían escuchado minutos antes por teléfono.
No trascendieron mayores detalles de las pericias, que continuaban anoche al cierre de esta edición. No obstante, se pudo saber que el cuerpo del exgendarme presentaba una herida de arma de fuego con orificio de entrada en el mentón y de salida en la región occipital del cráneo.
Inmediatamente tomó intervención en el hecho el magistrado Horacio Heriberto Alarcón, titular del Juzgado de Instrucción 2 de la Segunda Circunscripción Judicial, con asiento en Oberá, quien para evitar suspicacias ordenó el traslado de los cuerpos a Posadas para la realización de una autopsia.
Además, el juez solicitó un examen de parafina tanto a las víctimas como al joven.
La pequeña fue asistida por el gabinete interdisciplinario de la Policía provincial.
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