La conmoción se apoderó en las últimas horas de la Chacra 80 de Posadas, donde un pensionado fue asesinado a golpes y patadas por un grupo de personas que lo sindicaba como el autor de un supuesto abuso del que habría sido víctima la hermana de los ahora detenidos.
La víctima fatal fue identificada como Eduardo Bernal (55), un excartero del Correo Argentino quien falleció horas después de la brutal agresión, perpetrada en la vereda de su casa, sobre avenida Las Heras casi Eldorado. Los homicidas incluso habrían intentado incendiar el inmueble con la madre de la víctima fatal -quien sufre de Alzheimer- en el interior.
La gravedad de la situación ameritó la presencia de los jefes de la Unidad Regional I en la comisaría jurisdiccional Decimoséptima. Efectivos de esa dependencia y de la Dirección de Homicidios procedieron en un principio al arresto de cuatro hermanos, dos hombres y dos mujeres, de los cuales solo los masculinos permanecían anoche tras las rejas. El dúo será indagado en las próximas horas por el magistrado César Yaya, quien maneja la investigación del caso.
Agresión en plena vía pública
La trágica historia se inició alrededor de las 15 del último martes, cuando un jubilado de 71 años domiciliado sobre calle Eldorado al 4.500 se presentó en la comisaría para denunciar la desaparición de su hija, de 33, quien sufre un retraso madurativo.
Enseguida acompañamos al hombre a hacer la denuncia y nos pusimos en campaña con los vecinos de acá y de la chacra 96 para encontrar a esa mujer, le contó ayer a PRIMERA EDICIÓN la presidente de la Comisión Vecinal de la Chacra 80, Myriam Ortega (53), quien se transformaría luego en principal testigo del hecho.
Los vecinos se organizaron y difundieron información sobre la desaparecida a través de las redes sociales. Algunos -como en el caso de Ortega- fueron puerta por puerta en busca de la mujer. Esa última técnica resultó determinante para el hallazgo.
Llegué hasta la casa de don Lalo Bernal. Estaba alcoholizado, por lo que le pregunté a su madre, quien pese a su problema de salud, me dijo que en la sala había una mujer mirando televisión, recordó Ortega. Cuando entró, se encontró con la buscada, por lo que rápidamente dio aviso a sus familiares.
Ahí vinieron sus cuatro hermanos. La sacaron afuera, no le preguntaron nada. Nunca pensé que iba a desatarse toda esa violencia, porque ahí agarraron un sillón y se lo partieron por la cabeza. El asiento quedó todo achatado y con manchas de sangre del golpe. Después comenzaron a patearlo en el piso, sin piedad, por todo el cuerpo, relató compungida la vecina, sin poder creer aún lo que atestigüó el último martes, cerca de las 21.
Algunos de los vecinos intentaron calmar los ánimos. Les decíamos que lo dejen, que lo iban a matar. Que no había informe como para constatar que existió o no abuso.?Pero ellos vinieron otra vez y le dieron con todo. Apedrearon la casa, con la mamá adentro, que nos pedía auxilio. Querían incendiarle la casa, no les importaba que la mujer esté ahí, agregó Ortega, tras lo cual, entre lágrimas, añadió: Ni a un animal se le pega así; ellos decían vamos a matarle. Él estaba en el piso pero igual le pegaban. Le pisaron los testículos y la cabeza, si hasta se fueron con los pies ensangrentados.
La seguidilla duró varias horas, desde las 21.15 del martes hasta entrada la madrugada. Efectivos del Comando Radioeléctrico debieron resguardar la zona y aguardar por la llegada de la ambulancia. No obstante, como el móvil sanitario tardó en llegar, Bernal finalmente fue trasladado por una empresa privada de asistencia médica.
En el Hospital Madariaga, profesionales de la salud constataron las graves lesiones que había sufrido el pensionado, quien acabó con traumatismo grave de cráneo. Pese al esfuerzo de los médicos, Bernal dejó de existir alrededor de las 2.50 de ayer.
Ante la noticia, la causa pasó de lesiones graves a homicidio. Enseguida los detectives cargo de la investigación regresaron a la esquina de Las Heras y Eldorado, donde procedieron al arresto de los cuatro hermanos, dos de los cuales -los hombres- permanecían anoche detenidos a disposición del juez Yaya.
Mientras tanto, la presunta víctima del abuso fue asistida psicológicamente por parte del gabinete interdisciplinario de la Comisaría de la Mujer de la UR-I. Hasta anoche, al cierre de esta edición, no se había podido aún acreditar un hecho de manoseo. Aquello también es materia de investigación.
Nosotros, los vecinos, no sabemos lo que pasó. No queremos ponernos de uno u otro lado, pero pedimos justicia. Creemos que es la Justicia la que debe actuar. Acá hay menores que vieron todo y no pueden tomar esto como un ejemplo, sintetizó Ortega.
Discussion about this post