El hombre de 69 años fue detenido luego de que la adolescente de 16 contara en Cámara Gesell los vejámenes que sufría desde hacía tres años.
Los Tribunales Penales de Frías, al sudoeste de la provincia de Santiago del Estero, fueron el escenario de una audiencia en la que se debía resolver el futuro inmediato del acusado de 69 años.
La fiscal del caso, Natalia Simoes, solicitó la prisión preventiva para el imputado, mientras que la defensa del hombre requirió la prisión preventiva morigerada (prisión domiciliaria), planteo al que se opuso la representante del Ministerio Público.
De acuerdo con las fuentes, publica el diario El Liberal, el caso salió a la luz a finales de diciembre.
Una mujer que reside en una localidad del interior del departamento Choya, se presentó ante la Policía y denunció que su hija había sido abusada sexualmente por un vecino.
Ante los uniformados, la madre de la víctima relató que la menor tiene 16 años y padece un retraso madurativo moderado.
La mujer explicó que su hija le había confesado a su hermano, que un vecino de 69 años la abusaba sexualmente desde hacía al menos tres años.
Simoes, ordenó las primeras medidas de rigor y la adolescente fue examinada por los médicos forenses que constataron lesiones de vieja data en su región genital, corroboraron su estado mental y se le practicó una Cámara Gesell.
Las fuentes revelaron que la víctima confesó que desde hacía tres años, el sujeto comenzó a abusarla sexualmente y a amenazarla para que no contara los vejámenes.
Habría deslizado que el acusado la interceptaba en la calle y la obligaba a subir a su motocicleta, luego la llevaba hasta la casa del padre del imputado, ya fallecido, y allí la sometía.
Según confiaron las fuentes, durante la audiencia desarrollada este lunes, la fiscal solicitó la prisión preventiva para el acusado, entendiendo que el sospechoso en libertad podría entorpecer la investigación, amedrentar a la víctima y a testigos, ya que los hechos se desarrollaron en una localidad pequeña.
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