PRIMERA EDICIÓN habló con el abogado posadeño Nicolás Rodríguez Lagier quien, junto a su familia, fue víctima de asalto a punta de pistola en Foz de Iguazú para sacarle la camioneta.
Aunque las horas pasaron y el shock inicial se diluye, el abogado posadeño Nicolás Rodríguez Lagier (40) difícilmente pueda olvidar en su vida la pesadilla que vivió el último martes en Foz de?Iguazú, cuando dos delincuentes armados lo encañonaron junto a su familia y le robaron la camioneta Toyota Hilux, que apareció luego baleada en el Puente de la Amistad.
Fue una desgracia con suerte. Afortunadamente solo hay hierros que lamentar. Por suerte, los ladrones nos dejaron bajar, si no, no sé lo que hubiese pasado con mi hija de cuatro meses de vida, reflexionó el letrado ante PRIMERA EDICIÓN, ya en Posadas, tras regresar nuevamente con los suyos.
El especialista en leyes habló con este matutino y relató detalles de lo ocurrido en la Triple Frontera, además de mostrarse sorprendido por el accionar de la Policía Militar de Foz, que abrió fuego al rodado en el que escapaban los ladrones sin tener la certeza sobre si había o no rehenes en el vehículo.
Tal como este Diario informó ayer en exclusiva, alrededor de las 23.30 del último martes Rodríguez Lagier acababa de cenar junto a su mujer y las dos hijas de la pareja -de cuatro meses una y de tres años la otra- en un restaurante oriental del centro de Foz cuando fueron sorprendidos por los maleantes.
Salíamos de cenar y estos muchachos, que también estaban sentados en el restaurante, nos interceptaron cuando subíamos a la camioneta. Estábamos cargando a las chicas con mi mujer, que se había subido atrás con la beba, cuando llegaron.?Uno me apoyó el arma en la zona del hígado y me pidió las llaves del vehículo, recordó.
Fueron segundos de extrema tensión. En la butaca especial la pareja ya había acomodado a la pequeña. Miré a mi mujer y le dije que nos estaban robando. Ella no podía abrir la puerta, así que le pedí a los delincuentes que por favor me dejaran bajar a mi hija, contó Rodríguez Lagier. Los maleantes se apiadaron y, después, tomaron las llaves y escaparon:?pasaron por arriba una moto que estaba estacionada al lado.
El abogado aseguró que la rápida reacción tanto de los guardias de seguridad del restaurante así como de otra familia posadeña que casualmente también cenaba en el lugar fue providencial para que los ladrones no se salieran con la suya.
Aquello permitió que se llevara a cabo una persecución plagada de disparos que acabó en el Puente de la Amistad, en momentos en que los autores intentaban escapar hacia Ciudad del Este con el rodado y los 50 mil pesos sustraídos a la familia misionera.
A los veinte minutos me avisaron que ya los tenían. La camioneta está muy dañada. Según pude ver después, recibió seis disparos, uno de los cuales atravesó toda la carrocería e impactó en la butaca del bebé, dijo Rodríguez Lagier, conmovido por lo que pudo haber sucedido si, por ejemplo, la pequeña era secuestrada por los maleantes.
La familia del letrado regresó al día siguiente en colectivo a Posadas, mientras que él lo hizo recién en las últimas horas, en razón de los trámites que debió realizar en Foz. La camioneta quedó allá secuestrada para pericias. Tengo que volver en los próximos días, reveló, en medio de unas vacaciones que se transformaron en un verdadero infierno.
La Policía disparó sin tener claro quiénes estaban en el vehículo
Más allá de la pesadilla que vivió, Rodríguez Lagier se mostró cauto a la hora de hablar sobre un intercambio de disparos entre los delincuentes y la Policía Militar de Paraná.
Impactaron seis tiros en la camioneta y uno cruzó toda la carrocería y pegó en la butaca del bebé, repitió el letrado, quien al respecto indicó que la Policía disparó sin tener claro quiénes estaban en el vehículo, en relación a que al momento del hecho podían no tener en claro si algún miembro de su familia había sido tomado de rehén por los delincuentes.
En ese sentido, en relación con la foto que circuló por distintos medios de Brasil y que muestra la patrulla de la Policía Militar con el parabrisas acribillado a plomazos, Rodríguez Lagier dijo que en plena persecución, el policía disparaba desde adentro de la patrulla, sin tener la certeza de que había alguien secuestrado. Así aseguró que dichos balazos no son debido al supuesto intercambio de disparos.
Por último, el letrado explicó que, en realidad, los ladrones no chocaron en el puente, si no que quedaron atrapados en un sistema de bloqueo con el que cuenta el paso y que provocó la pinchadura de los neumáticos.
Discussion about this post