Carlos Gómez deberá responder por el crimen de María Ester Barrera (35). La ultimó a disparos tras hallarla con otro hombre en el 2001. Alegó emoción violenta en la instrucción, pero no prosperó. Comienza el martes 6 en el TP 2.
Finalmente, el tiempo no fue un obstáculo para que el gendarme Carlos Ramón Gómez responda ante la Justicia por el crimen de su esposa. A más de 16 años y luego de una interminable serie de petitorios, irá al banquillo por un episodio que conmovió a aquella Posadas de principios de siglo y alcanzó, incluso, repercusión nacional.
Los detalles del ataque a balazos que se cobró la vida de María Ester Barrera (35) comenzarán a ventilarse desde el martes 6 de marzo en la sala de audiencias del Tribunal Penal 2 de la capital provincial, desde las 8.30, según lo pudo saber PRIMERA?EDICIÓN mediante sus fuentes.
Gómez llega a juicio imputado por el delito de homicidio calificado por el vínculo, que prevé prisión perpetua, aunque en libertad, en razón de los plazos que se cumplieron y, también, de un pedido de la defensa para que se evalúe un estado de emoción violenta al momento del hecho. La causa tuvo una larga serie de incidentes que prolongó todavía más la espera.
Drama en el barrio San Lucas
La crónica policial relata que todo sucedió alrededor de las 21.15 del domingo 9 de diciembre de 2001 en una vivienda de Humahuaca y Los Andes, en el barrio San Lucas, hacia el sur de Posadas y a unas seis cuadras de la avenida Cocomarola.
De la instrucción surge que hasta ese lugar Gómez siguió sigilosamente a Barrera. Minutos antes, al parecer, la había sorprendido en una estación de servicios junto a otro hombre, con quien partió en auto hasta llegar a la que luego se transformaría en la escena del crimen.
El expediente indica que el gendarme, quien al momento de los hechos prestaba servicios en el puente internacional, ingresó a la vivienda y sorprendió a la víctima junto al tercero en discordia. La principal hipótesis apunta a que Gómez atacó a golpes al dueño de casa, quien quedó desvanecido. Después fue por Barrera, quien recibió al menos dos impactos de bala en el abdomen.
Cuando el principal testigo despertó de la golpiza, encontró a la mujer moribunda a su lado. Barrera fue traslada de urgencia al Hospital Madariaga, pero ya no había nada que hacer: ese mismo domingo, a las 21.57, los médicos firmaron su certificado de defunción.
Comenzó entonces una verdadera cacería en busca del acusado, principalmente en Villa Cabello, donde vivía. Sin embargo, Gómez decidió entregarse alrededor de las 2.10 del día siguiente ante sus propios camaradas, en el cruce de San José, intersección de las rutas nacionales 105 y 14.
Un largo periplo
Desde ese momento comenzó un verdadero periplo procesal que lleva, hasta el momento, 5.900 días sin condena. En un primer momento, la instrucción de la causa decretó por finalizada la investigación, razón por la que la fiscalía a cargo requirió la elevación a juicio.
No obstante, en aquel momento, la defensa de Gómez se opuso en razón de los resultados de las pericias psicológicas realizadas al imputado, que sostenían un episodio de emoción violenta. Para los representantes legales del imputado, el mismo debía ser declarado inimputable y sobreseído.
Aquello fue rechazado por el magistrado Eduardo DOrsaneo, al frente de la investigación en su momento, razón por lo que todo terminó en un recurso de apelación, que finalmente también fue denegado. Sin embargo, en una nueva requisitoria, un tribunal de alzada efectivizó el sobreseimiento y la excarcelación del involucrado.
Gómez debía presentarse cada mes ante la Justicia, pero desapareció. Por ello, a principios de 2013, el Tribunal Penal 2 lo declaró rebelde y ordenó su captura, que se materializó el miércoles 29 de mayo en Buenos Aires, donde vivía.
Meses después, cumplimentados los plazos, nuevamente fue excarcelado bajo una serie de restricciones que actualmente cumple, según informaron las fuentes.
El martes 6 de marzo, desde las 8.30, la Justicia finalmente comenzará el camino en busca de saber qué grado de responsabilidad le cabe a Gómez en los hechos que se le endilgan y, en ese sentido, si era consciente del crimen que, afirma el expediente, lo tiene como autor.
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