Se dieron a conocer los fundamentos de la condena a perpetua contra Pablo Paz (54), Juan Godoy (47) y Marcial Alegre (48). El TP 1 de Oberá consideró que las pruebas demostraron la autoría penalmente responsable de los imputados. Para los jueces, la declaración de Cristian en plena agonía fue la columna vertebral del andamiaje probatorio.
Finalmente se conocieron este viernes los fundamentos de la condena a prisión perpetua para el exprefecturiano Pablo?Paz (54), Juan Godoy (47) y Marcial Alegre (48), sentenciados el lunes 18 de diciembre de 2017 por la denominada Masacre de Panambí, hecho de robo en el que fueron prendidos fuego vivos y luego fallecieron Oscar Knack?(43), Graciela Mojfiuk?(42) y los hijos de la pareja, Cristian (25) y Bianca (12).
En el documento de 105 páginas, al que PRIMERA?EDICIÓN?tuvo acceso, los magistrados Francisco Aguirre, Lilia Avendaño y Erasmo Villalba argumentaron el fallo y, además, cuestionaron el pedido de recusación que en su momento habían manifestado los defensores hacia los miembros del Tribunal Penal 1 de Oberá.
De todas las pruebas recolectadas, incorporadas, producidas y debatidas en la audiencia oral, se ha podido demostrar con total y absoluta certeza la existencia material del hecho y la autoría penalmente responsable de los imputados Paz, Godoy y Alegre, inicia el acta.
Los jueces aseguraron haberse apoyado primeramente en la declaración que Cristian dio en plena agonía, en la que aseguró que reconoció al exprefecturiano entre los autores del hecho y, además, habló del VW?Bora, propiedad de Godoy.
Cuando saltó por la ventana, el prefecturiano le dijo acostate, acostate, y cuando fue a la ruta vio que el Bora estaba estacionado y los tipos se subían y se fueron, retomaron los jueces de los testimonios sobre aquel momento, para concluir al respecto que la denuncia formulada por Cristian se sostiene y encuentra respaldo en los demás elementos de juicio ventilados e incorporados legalmente al debate.
En ese sentido, el juez Aguirre subrayó que esas manifestaciones de Cristian se constituyen en la columna vertebral del andamiaje probatorio.
Al respecto, los magistrados se basaron también en las huellas dactilares de Paz, halladas en la caja donde estaban los alrededor de 400 mil pesos que fueron sustraídos, y en las pericias genéticas que señalaron a Paz y Godoy.
Se cumplió con todos los recaudos legales para la realización pericial, dijeron los funcionarios en relación con la hipótesis de los defensores, que indica que las mencionadas pistas podrían haber sido plantadas.
Los jueces no dudan: la huella dactilar del primero (Paz)?en una caja de zapatos de la familia Knack y la constatación del material genético involucran tanto a Paz como a Godoy.
En los fundamentos, el fallo también se apoya en las huellas de alpargata encontradas en casa de los Knack, contrastadas con calzados de Godoy, y también en el VW?Bora del mismo imputado.
En el lugar se hallaron huellas que coinciden con el neumático posterior derecho del Bora secuestrado a Godoy, a la vez que apuntaron al roce que tenía la chapa del auto, que aseguraron, se produjo en momentos en que los autores estudiaban la zona del atraco.
Los tres han participado activamente en la consumación de esta horrenda masacre, aseguran los jueces, quienes a la hora de hablar sobre la participación del chapista Alegre, se basan en la declaración durante el juicio de un testigo que indicó que Alegre le propuso cometer un asalto contra su patrón, le dijo para entrar a la casa.?Al decirle que no, éste insistió en que no había problema, para no dejar rastros ni huellas hay que prenderle fuego a todo, inclusive a las personas. Que eso lo asustó mucho y cuando pasó lo de Panambí, se acordó de lo que él le dijo.
En esa línea, los jueces asumen que es indudable que Alegre también ha participado, de ello no queda ninguna duda, se ha demostrado la estrecha relación entre los imputados.
Además, con respecto a las coartadas de los acusados, las versiones brindadas por los imputados han sido total y absolutamente desvirtuadas por la contundencia probatoria, las coartadas urdidas por los mismos han perdido sustento y no encuentran respaldo en ninguna de las probanzas incorporadas al debate, dijeron los jueces, para sintetizar que no se puede creer que haya personas con tanta saña, tanto desprecio por la vida de sus semejantes y actuar como lo hicieron contra los integrantes de la familia Knack.
Sobre el final, los magistrados sentaron postura sobre el pedido de recusación solicitado en su momento por los defensores, algo que posteriormente fue rechazado.
Resulta curioso y llama poderosamente la atención que tan calificados profesionales del Derecho, en su calidad de defensores, hayan actuado y solicitado este apartamiento de los miembros del Tribunal, total y absolutamente fuera de contexto, en un juicio oral y público que se desarrollaba y concluyó con toda normalidad, indicaron, tras lo cual agregaron que pretendieron poner palos a la rueda, obstaculizar el normal desarrollo del debate, dilatar y, en definitiva, plantar una chicana, tal vez, dando el manotazo de ahogado al verse acorralados por la contundencia de la prueba.
Difundidos los fundamentos, la defensa tiene ahora diez días hábiles para presentar un recurso de apelación, cuestión en la que ya se encuentran trabajando los abogados, según se lo confirmaron a?este matutino en las últimas horas.
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