Mientras muchas personas aguardan por mejores condiciones, en el asilo esperan que una decisión política les facilite el personal para alojarlos.
Mientras muchas personas de la tercera edad aguardan por mejores condiciones, en el asilo esperan que una decisión política les facilite el personal para alojarlos.”
El párroco de la iglesia San Antonio de Padua impartió durante muchos años la comunión a los enfermos del pueblo y alrededores, por lo que vio en detalle las necesidades con que vivían los abuelos y propuso la construcción de este espacio.
Los fondos llegaron de la mano de las kermeses de las fiestas patronales, de eventos sociales, incluso a través del Festival de la Mojarrita, mediante la colaboración de la comunidad, hasta que en 2012 inauguramos la obra y desde que la terminamos mantenemos la esperanza que desde el Gobierno nos den una mano, principalmente con el personal, que es lo más difícil, para completar esta misión, dijo a Ko`ape el presidente de la comisión directiva, Raúl Carlos Fediuk.
Y añadió que se hicieron todas las gestiones, se presentaron las carpetas y hasta ahora no tuvimos respuestas, entonces para que la obra no esté parada, porque el edificio cerrado se va deteriorando, nos dijimos algo tenemos que hacer. Finalmente, María Eugenia Safrán, cuando estuvo como diputada, viendo que siempre corría con cuestiones legales, número de personería jurídica y demás, para tener todos los papeles en orden, me pidió la documentación para presentar en la Cámara de Diputados y probar suerte con algún subsidio. Incluso expuse allí lo que queríamos hacer y nos dieron una pequeña ayuda de dinero, en doce cuotas, es muy poco, pero evaluamos qué podíamos y como hay muchos abuelos solos, un poco abandonados y alojarlos se hace muy difícil, por la cantidad de personal que se requiere para atenderlos, nos propusimos alimentarlos.
Con ese ingreso se compran los alimentos frescos, pagamos a una cocinera, a una señora que colabora con la limpieza y tenemos el servicio de una enfermera que toma la presión, el azúcar, charla con los abuelos, ve que tomen la medicación; además, se consiguió a través de Desarrollo Social un bolsón de alimentos no perecederos, describió Fediuk.
Actualmente la alimentación de entre 15 y 18 abuelos depende de este espacio, quise conseguir un transporte para trasladarlos, pero fue imposible, entonces a quienes no pueden acercarse al hogar se les lleva su ración, tenemos personas con más de ochenta años, con problemas motrices y tratamos de estar siempre atentos a sus necesidades, si cuentan con los remedios, si necesitan ropa, que se les facilita a través de Cáritas, hacemos todo lo que está a nuestro alcance para que quienes están inscriptos en la planilla que manejamos estén contenidos, remarcó.
E hizo hincapié en que los abuelitos decaen, se deprimen, les cuesta mucho movilizarse, un plato rico, con muchas verduras y poca sal, es imprescindible, pero duele el alma cuando se sabe que puede brindárseles mucho más, que hay disponible una infraestructura a estrenar, muebles, incluso la ropa de cama está, se lamentó.
Obviamente, de más está decir que la demanda existe, que hay muchos abuelos que están viviendo en condiciones muy precarias, aunque siempre digo que el día que se habilite, porque es un sueño que vamos a cumplir, se controlará mucho al personal, para que se los atienda como corresponde, con cariño, con paciencia, porque no es fácil ocuparse de ellos, por eso necesitamos personas de mucho corazón, ojalá desde el Estado se nos pueda dar una mano para ayudarles a que sus últimos días sean más placenteros, finalizó Fediuk.
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